Sara Jiménez » Dietas para la insuficiencia renal
La insuficiencia renal es un problema de salud por el cual el sistema renal se ve afectado. La alimentación, junto con el tratamiento apropiado, es un pilar fundamental para la recuperación del paciente.
Es importante que la nutrición esté supervisada por un dietista-nutricionista.
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La insuficiencia renal, también conocida como IR, se define como la disminución de la capacidad funcional del riñón. Si esta disminución se produce de forma brusca hablamos de una insuficiencia renal aguda (IRA), y si, por el contrario, esta se produce de forma lenta y gradual podríamos definirlo como insuficiencia renal crónica (IRC).
El riñón es uno de los principales órganos depuradores del organismo, encargándose de filtrar la sangre, reteniendo y expulsando a través de la orina los productos de desecho que se generan. Cuando se presenta una disfunción renal, la cantidad de productos de desecho se ve aumentada en orina.
Las causas de la IR pueden ser diversas y totalmente distintas dependiendo de la persona. Al igual ocurre con los síntomas, ya que esta enfermedad puede manifestarse de diferentes maneras.
Las causas más frecuentes de la insuficiencia renal son:
Entre los síntomas más frecuentes que se puede encontrar en pacientes con insuficiencia renal se pueden destacar los siguientes:
Los factores de riesgo principales que pueden desencadenar esta patología pueden ser la hipertensión arterial o la diabetes. Además, los pacientes hospitalizados tienen mayor riesgo de sufrir este problema de salud.
El principal nutriente a controlar en la insuficiencia renal es la proteína puesto que se produce un aumento de la concentración de los productos nitrogenados en la sangre.
Las concentraciones de sodio (Na), potasio (K), fósforo (P) e hidrógeno (H+) también se encuentran aumentadas al disminuir su excreción, por lo que también es un foco de atención en la alimentación del paciente con IR.
Dependiendo del grado de degradación proteica, la ingesta de proteína en la alimentación se verá reducida, siendo el consumo de proteínas de alto valor biológico la principal fuente.
Las grasas se deben aumentar ligeramente en la alimentación para poder cubrir los requerimientos calóricos de la persona afectada sin que el perfil de grasas saturadas supere el 10% de la ingesta total de grasas.
Si el paciente además presenta edemas e hipertensión arterial la ingesta de sodio también se debe reducir.
Es una buena estrategia reducir la ingesta de sodio ya que puede desencadenar problemas cardíacos. Además, el fósforo se debe vigilar en la alimentación puesto que su acumulación puede provocar problemas óseos. El magnesio en caso de tener los niveles elevados también es un mineral que se debe vigilar en pacientes con IR.
Existe una gran variedad de alimentos que se deben controlar cuando está presente esta patología debido a que los productos de desecho en sangre se encuentran elevados y también debido a la disminución de micronutrientes.
Los alimentos que es interesante evitar o reducir lo máximo posible son los siguientes:
Verduras y hortalizas | Calabacín, calabaza, guisantes, champiñón, alcachofa, col, espinaca y acelga |
Fruta | Plátano, kiwi, uvas pasas, ciruela, higos, dátil y coco |
Legumbres | Soja, lentejas, judías, habas y garbanzos |
Frutos secos | Pistacho, almendra, cacahuete, avellanas y castañas |
Lácteos | Quesos y leche en polvo |
Carnes y derivados cárnicos | Pavo, pato, lomo embuchado y conejo |
Pescado y marisco | Bacalao, gambas, langostino, salmón, sardinas, almejas y atún |
Huevos | Huevo entero y yema |
Además de esto, el consumo de productos ultraprocesados empeora el estado nutricional del paciente con IR, por lo que se desaconseja la presencia de bollería, snacks, precocinados, productos procesados, refrescos o bebidas alcohólicas.
Si se atiende a la frecuencia de consumo en raciones por grupo alimentario sería la siguiente:
Alimento | Cantidad |
---|---|
Cereales | 2 raciones día (1 ración 40-60 gramos). Lo que equivale a un plato pequeño |
Verduras y hortalizas | 2 veces al día (1 ración 100 gramos) |
Legumbres | 1 vez por semana |
Fruta | 1-2 raciones al día (1 ración 100 gramos). Dependiendo de la fruta, 2-3 piezas |
Lácteos | Medio vaso al día, 2-3 yogures a la semana (1 ración 125 gramos) |
Carnes y derivados cárnicos | 1-2 raciones en semana (1 ración 125 gramos). Lo que equivale a una o dos veces a la semana |
Pescado y marisco | 1-2 raciones en semana (1 ración 125 gramos). Lo que equivale a una o dos veces a la semana |
Huevos | 1-2 raciones en semana (1ración 125 gramos). Lo que equivale a dos o tres huevos a la semana |
Agua | Medio litro más la cantidad orinada por el paciente |
Por otro lado, existen alimentos que sí se deben potenciar en el paciente con insuficiencia renal. Como he comentado en el punto anterior, es importante que la alimentación de la persona esté basada en alimentos reales y mínimamente procesados posibles.
De manera general, se recomienda fraccionar las tomas en unas 5-6 comidas al día para intentar evitar periodos de ayuno prolongado.
A continuación te dejo una lista de los alimentos recomendados para la insuficiencia renal:
Cereales | Pasta, arroz, pan blanco y patatas |
Verduras y hortalizas | Lechuga, pimiento, cebolla, zanahoria y pepino |
Frutas | Naranja, caqui, melocotón, limón, fresas, piña y pera |
Lácteos | Leche entera o semidesnatada |
Carnes | Pollo, pavo, ternera, cerdo y cordero |
Pescados y mariscos | Toda clase de pescados blancos y azules |
Huevo | Clara (en hemodiálisis y diálisis) |
El tipo de cocción empleado también influye en el contenido nutricional del alimento. Existen ciertos tipos de cocción que eliminan el contenido de algunos micronutrientes, por lo que a continuación te muestro aquellas formas de cocción más recomendadas en pacientes con insuficiencia renal.
Aconsejado | Uso moderado | Evitar |
---|---|---|
Doble cocción al agua (escalfado) | Estofados y guisos | Frituras y empanados |
Cocción al vapor previo remojo | Asado | Salmuera y salazones |
Papillote | – | Ahumados y desecados |
Plancha o parrilla | – | Conservas de lata |
Como te he comentado antes, es interesante reducir la ingesta de proteínas en estos casos para disminuir los metabolitos nitrogenados en la sangre, recomendando una ingesta de 0,8-1 g/kg/día en pacientes con patología de grado I, II y III a, y una ingesta de 0,6-0,8 g/kg/día en pacientes de grado III b, IV y V.
Debido a que el aporte proteico se ve reducido, se recomienda que al menos el 50% de la ingesta de proteínas provenga de una fuente proteica de alto valor biológico.
Las proteínas de origen vegetal presentan importantes beneficios en este caso debido a:
A continuación te muestro un ejemplo de un menú saludable para una persona con insuficiencia renal. Es importante anotar que se trata de un ejemplo y en ningún caso está personalizado. La alimentación debe estar controlada por un dietista-nutricionista especialista en este tema. Si tienes dudas, ponte en contacto conmigo.
Desayuno | Leche entera con café. Pan blanco con aguacate y queso fresco |
Almuerzo | Té o infusión |
Comida | Pimiento y berenjena asada al horno. Arroz boloñesa (poca cantidad de carne). Pera |
Merienda | Fruta. Tostada de pan blanco con tomate y aguacate |
Cena | Ensalada de endivias y maíz. Tortilla de un huevo con guisantes y ajo. Piña |