Sara Jiménez » Dietas para alergias e intolerancias » Dietas para la intolerancia a la fructosa
La fructosa es un azúcar simple que podemos encontrar en frutas, verduras o incluso en la miel. De manera general, solemos consumirla en forma de sacarosa, que es la unión de una molécula de glucosa y otra de fructosa. Una vez la digerimos, el organismo es el encargado de separar estas dos moléculas.
Si existe una malabsorción de la fructosa, podremos presentar síntomas molestos.
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No debemos confundir en ningún momento la intolerancia o malabsorción de la fructosa con la intolerancia hereditaria a la fructosa.
La intolerancia hereditaria a la fructosa se produce cuando el organismo es capaz de absorber la fructosa pero no sabe cómo utilizarla; por ello, se acumula y puede convertirse en tóxica. En cambio, la malabsorción o intolerancia a la fructosa se da cuando el organismo no es capaz de absorber las moléculas de fructosa (o no lo hace de la manera correcta) y se presentan los síntomas típicos de este problema de salud.
La más típica y común que se suele ver en consulta es la intolerancia a la fructosa. Y como cualquier intolerancia, esta se presenta por grados. Esto quiere decir que, dependiendo de la persona, se puede tolerar cierta cantidad de fructosa en la comida o no. Por ello, es muy importante que un dietista-nutricionista nos asesore sobre cómo se puede llevar a cabo la alimentación.
Los síntomas de esta intolerancia pueden ser diversos y en cada persona se manifiestan dependiendo del grado de intolerancia o de la cantidad que hayan ingerido. Por norma general, los principales síntomas son los siguientes:
En ocasiones, cuando la intolerancia tiene un grado superior o se ha ingerido grandes cantidades de fructosa, se pueden presentar síntomas como dolor de cabeza, vómitos, fiebre o picazón en la piel. Se trata de casos de intolerancia muy extremos, pero se puede dar el caso.
Cuando hemos sido diagnosticados de intolerancia a la fructosa lo más adecuado es acudir a un dietista-nutricionista que nos asesore qué alimentos son los más recomendados incluir en la alimentación. Parece que la lista de alimentos prohibidos es interminable y que los alimentos que sí podemos comer son escasos; pero nada más lejos de la realidad.
Llevando una planificación adecuada y una alimentación bien pautada, se puede llevar el día a día con total normalidad. Únicamente debemos aprender dónde podemos encontrar la fructosa en mayores concentraciones.
Los alimentos a limitar cuando somos diagnosticados de este problema de salud son aquellos que tienen altas concentraciones de fructosa en su composición. Los alimentos que aparecen en estas tablas han sido sacados de la segunda edición del Manual de Nutrición y Metabolismo.
A continuación te dejo una tabla detallada de los alimentos que se deberían reducir para la intolerancia a la fructosa.
Albaricoque seco | Caqui | Cereza |
Guindas | Ciruela pasa | Chirimoya |
Dátiles | Higos secos | Brevas |
Manzana | Pera | Uvas |
Miel | Azúcar | Jaleas |
Almíbar | Chocolate | Alcohol |
También existen alimentos con concentraciones algo elevadas de fructosa que deberíamos de limitar. No tienen unas concentraciones tan elevadas como los alimentos de la lista anterior, pero es aconsejado limitarlos al máximo o teniendo en cuenta la tolerancia de la persona.
Arándanos | Fresas | Fresón |
Frambuesa | Granada | Grosella |
Mango | Kiwi | Melocotón seco |
Membrillo | Mora | Plátano |
Zumo de frutas | Piña | Guayaba |
Los alimentos que sí están aconsejados para este problema de salud es porque sus concentraciones en fructosa son adecuadas y se pueden consumir con libertad. Siempre hablamos dentro de un marco general; como siempre me gusta especificar, no significa que un alimento que salga en esta lista tenga que sentar bien a todo el mundo. Por ello, la personalización de la alimentación es fundamental.
A continuación te dejo una tabla con los alimentos con un contenido bajo en fructosa.
Ciruela | Mandarina | Naranja |
Melocotón | Melón | Nectarina |
Pomelo | Sandía | Apio |
Brócoli | Calabaza | Cebolla |
Coles | Coliflor | Zanahoria |
Espárragos | Puerro | Tomate |
Aguacate | Lima | Papaya |
Almendra | Avellana | Castaña |
Piñones | Cacahuetes | Alcachofas |
Acelga | Ajo | Boniato |
Patata | Berenjena | Champiñón |
Seta | Espinacas | Guisantes |
Habas | Garbanzos | Lechuga |
Lentejas | Maíz | Remolacha |
Cereales | Leche | Queso |
Carne | Pescado | Huevos |
Dentro de las limitaciones que podemos encontrar en una dieta para la intolerancia a la fructosa, los menús pueden ser variados, saludables y nutritivos. Es aconsejado que, si no sabemos cómo planificarlo o estructurarlo, acudamos a un dietista-nutricionista que nos asesore en todo momento.
A continuación te dejo un menú ejemplo para la intolerancia a la fructosa. Te recuerdo que se trata de un menú ejemplo y generalizado, es decir, que no es específico para una persona.
Desayuno | Tosta de pan blanco con aguacate y almendras picadas + Vaso de leche sola |
Comida | Ensalada templada de garbanzos con tomate picado, champiñón, zanahoria, cebolla, tiras de pollo y aceite de oliva + Mandarina |
Merienda | Porridge de avena con avellanas y melón |
Cena | Salmón al papillote con guarnición de boniato y espinacas |
Si necesitas un tratamiento nutricional para la intolerancia a la fructosa, puedes pedirme ayuda a través de este contacto.