Sara Jiménez » Dietas para problemas Digestivos » Dietas para la disfagia
La disfagia dificulta la deglución de los alimentos y, en muchas ocasiones, puede provocar deficiencias nutricionales debido a la incapacidad de comer o no hacerlo de manera correcta.
No se debe descuidar este aspecto importante. En este caso, se debe llevar a cabo una alimentación específica que facilite la deglución de la persona.
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La disfagia es la incapacidad de deglutir la comida que se pretende comer. Se presenta dolor o incapacidad de transportar el alimento desde el momento en el que se come hasta que este llega al estómago. En la mayoría de veces no se puede ingerir el alimento sólido, pero en ocasiones, cuando el problema es más grave, no se pueden tragar alimentos líquidos o con una consistencia poco espesa (tipo néctar).
La disfagia no está catalogada como un problema de salud en sí mismo, si no que se trata de una consecuencia de otras enfermedades, como la gastritis o e reflujo. De manera general, este problema de salud aparece en la población anciana pero también pueden padecerla las personas con algún trastorno o problema neurológico.
Dependiendo del lugar en el que ocurra la afección, podemos distinguir dos tipos:
Las causas de la disfagia pueden ser múltiples y en cada caso es totalmente diferente. El abanico de estas puede extenderse desde el envejecimiento hasta un problema motor o muscular. En muchas ocasiones es difícil identificar una causa para este problema de salud. También, en muchas ocasiones, la dificultar al tragar aparece poco a poco y se hace más complicado identificar una causa específica.
En cuanto a los síntomas, existen ciertos signos que nos pueden ayudar a identificar si una persona tiene o no disfagia. A continuación, te dejo los síntomas más comunes:
Cuando el tragar alimentos se hace doloroso, llega un momento en el que no apetece comer absolutamente nada y, es precisamente en ese momento cuando puede existir riesgo de deficiencias nutricionales importantes. Debemos tener muy presentes ciertas pautas que ayuden a la deglución del alimento y saber gestionar cada comida.
A continuación te dejo una tabla que resume los alimentos que se deben evitar con la disfagia:
Frutos secos | Estos alimentos son de difícil masticación y pueden provocar un atragantamiento |
Semillas | Al tratarse de un alimento muy pequeño, la probabilidad de quedarse en la garganta |
Alimentos fibrosos | Los espárragos, la alcachofa, la piña, las judías verdes, el apio o la lechuga |
Pan tostado | Dificulta su deglución al tratarse de un alimento duro y muy seco |
Frutas y verduras con piel y semillas | Las legumbres, las habas, el kiwi, las fresas o las uvas son alimentos que pueden dificultar la deglución de la persona |
Alimentos con dos texturas | Hace referencia a los alimentos que al masticarlos desprenden líquido, como la naranja, los alimentos con salsa, la ciruela, la uva o la mandarina |
Alimentos con espinas o huesos | Cualquier pescado que presente espinas o carnes con hueso pueden dificultar la deglución |
Alimentos con textura pegajosa | El chocolate, la miel, el pan de molde, las golosinas, los caramelos o el plátano no están recomendados porque se suelen quedar pegados en la boca o en la garganta y dificulta el ser tragados |
Líquidos con pulpa | Los zumos de frutas no facilitan la deglución a causa de la pulpa |
A la hora de preparar la comida para una persona con problemas de deglución, es muy importante adaptarla al tipo de disfagia que presenta. Se debe poner especial atención en la adaptación de alimentos sólidos y líquidos, por ello, la personalización de las comidas es fundamental.
Aquí te dejo una serie de recomendaciones para comer con disfagia:
Dependiendo del tipo de disfagia que se presente, así deberíamos adaptar la consistencia de los alimentos para facilitar la deglución de los mismos y se reduzcan las probabilidades de atragantamiento. En el mercado se puede conseguir fácilmente espesantes comerciales para conseguir la textura deseada. También se puede espesar con maicena, gelatina o agar-agar.
Existen diferentes consistencias para dicha adaptación:
Como he comentado antes, es de vital importancia que el médico diagnostique qué tipo de disfagia se presenta y, posteriormente que un logopeda paute el tipo de consistencia alimentaria. Con ello, se podrá evaluar qué alimentación se debe llevar a cabo en cada uno de los casos.
Cada persona es totalmente distinta y puede requerir unos cuidados y un tipo de alimentación diferente.