Sara Jiménez » Dietas para Endocrino y Metabólico » Dieta para el síndrome de Cushing
El síndrome de Cushing es un problema hormonal provocado por un exceso de cortisol en el organismo.
Su incidencia apenas afecta entre 2-4 personas por millón al año, con una mayor frecuencia en mujeres, por lo que es un problema de salud poco conocido entre la población. El tratamiento nutricional puede ser clave en la resolución de síntomas.
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El síndrome de Cushing es un problema de salud relacionado con las hormonas, más en concreto, con el cortisol. Cuando existe este síndrome, existe un hipercortisolismo, es decir, un aumento bastante considerable del cortisol en el organismo.
Pero antes de seguir avanzando, es importante conocer exactamente qué es el cortisol, el principal desencadenante de este problema de salud. El cortisol es una hormona esteroidea (o glucocorticoide) que es segregada por las glándulas suprarrenales. Se libera, entre otras cosas, como respuesta a estímulos de estrés o por un nivel bajo de glucocorticoides en la sangre. También tiene funciones importantes en la regulación de los niveles de azúcar en sangre, combate infecciones, regula el metabolismo o ayuda a mantener la presión arterial estable.
Dentro de esta patología, se pueden diferenciar dos tipos de síndrome. Por un lado, se encuentra el síndrome de Cushing endógeno y el síndrome de Cushing exógeno.
Por un lado, el Cushing endógeno puede ser provocado por diferentes motivos; lo más común es la presencia de un adenoma, un tumor benigno, en la hipófisis que provoca un aumento de la liberación de una hormona llamada ACTH. Esta hormona es la encargada de la producción del cortisol dentro del organismo; por este motivo, el cortisol se ve aumentado en sangre. Por otro lado, el Cushing exógeno suele aparecer por causas, como su nombre indica, externas al organismo. De manera general aparece por el consumo de corticoesteroides, un medicamento que aumenta de manera considerable la producción de cortisol en el cuerpo.
Ya sea endógeno o exógeno, la producción tan elevada de cortisol en el organismo es lo que hace aumentar los síntomas característicos de esta enfermedad.
También existen otras causas que pueden provocar la aparición del síndrome de Cushing, como por ejemplo, el carcinoma, un tumor pulmonar, un tumor en las glándulas suprarrenales o el síndrome de secreción de ACTH ectópica.
Los síntomas de este problema de salud pueden ser muy diversos. No significa que una persona que padece Cushing tenga que tener todos estos síntomas. Cada persona puede exteriorizarlos de una manera completamente distinta a otra, presentar uno o varios síntomas. Aquí te expongo una lista de los síntomas generales que presenta el síndrome de Cushing:
De manera general, cuando los niveles de cortisol vuelven a unos valores estables y adecuados, los síntomas remiten (aunque no todos o al 100%). También es importante conocer que, al haber padecido este síndrome, las probabilidades de padecer riesgo cardiovascular es mayor (hipertensión, colesterol elevado, coágulos en las arterias, infarto, ictus…), por lo que existen ciertas pautas a tener en cuenta para prevenirlo.
Si sospechas que puedes padecer síndrome de Cushing lo ideal es que acudas a tu médico de cabecera para que pueda ayudarte y valorar los niveles de cortisol que tienes. De manera general, se realizan pruebas de inhibición con dexametasona, se comprueba el nivel de adrenocorticotropina o se realiza un examen de orina de cortisol y creatinina. En base a los resultados, tu médico te pondrá el tratamiento adecuado. En este punto, también es importante saber que la nutrición es importante y no se debe olvidar.
Dependiendo siempre de la persona y el tipo de síndrome que padezca, el tratamiento puede ser distinto. Si se trata de un síndrome de Cushing exógeno, el tratamiento consistirá en reducir de manera paulatina los medicamentos que hayan provocado la elevación de cortisol en el organismo, los corticoesteroides. Esta retirada debe hacerse poco a poco y siempre con la supervisión del médico, valorando siempre la dosis a reducir y el tiempo.
Si se trata de síndrome de Cushing endógeno, lo primero que se debe saber es la causa. Si la aparición se debe a la presencia de un tumor benigno, es necesario la extirpación de este mediante cirugía; tras la intervención, es aconsejado tomar una medicación específica, siempre pautado por el médico correspondiente. En otras ocasiones, en necesario irradiar la hipófisis con el objetivo de regular la secreción de hormona ACTH.
Como puedes ver, el tratamiento para este problema de salud puede variar mucho. Con ello, es importante siempre la personalización de cada caso y que el médico valores el mejor tratamiento para la persona.
Como has podido ir viendo a lo largo del post, puede variar mucho del tipo de Cushing que cada persona, el tratamiento que reciba o los síntomas que tenga. Con la alimentación sucede algo parecido. Es importante saber que la alimentación debe estar personalizada en cada uno de los casos, poniendo el foco en los objetivos que la persona haya establecido con su nutricionista, por eso, es un poco arriesgado dar unas recomendaciones específicas para este tipo de dieta.
De todos modos, es importante saber que, en términos generales, la alimentación que debe llevar una persona con este síndrome debe ser una dieta saludable, basada en alimentos reales y de calidad, lo mínimamente procesados posible. Lo ideal es que la alimentación sea de tipo Mediterránea, que es el tipo de dieta que incluye el máximo número de alimentos sanos y nutritivos. La base de esta alimentación debe ser vegetal, compuesta por frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales de calidad o semillas; y si la persona lo desea, se puede completar con alimentos de origen animal como los huevos, lácteos, carnes o pescados de calidad.
Uno de los principales objetivos del tratamiento nutricional para el síndrome de Cushing es evitar o tratar problemas secundarios como la diabetes, colesterol elevado, hipertensión… y si la persona padecer sobrepeso u obesidad, también es importante valorar adecuar la dieta para bajar de peso, consiguiendo con ello reducir síntomas también de la osteoporosis o la fatiga, si la padece.
Es importante atender también a la frecuencia de consumo de los alimentos. Como te vengo diciendo desde el inicio, siempre atendiendo a las necesidades de la persona y a su personalización, aquí te indico una recomendación de consumo de los principales grupos de alimentos. Recuerda, son recomendaciones, no obligaciones.
Alimento | Frecuencia |
---|---|
Frutas | Mínimo tres piezas al día |
Verduras y hortalizas | Mínimo dos veces al día |
Legumbres | 2-3 veces por semana |
Frutos secos y semillas | Cada día o dos días |
Cereales de calidad | 1-3 veces por semana |
Tubérculos | 1-3 veces por semana |
Huevos | 4-9 huevos a la semana |
Lácteos de calidad | Cada día o dos días |
Carnes | 1-3 veces por semana |
Pescados | 3-4 veces por semana |
Derivado vegetal – Tofu, tempeh, soja texturizada… | 2-4 veces por semana |
A continuación, aquí también tienes una serie de recomendaciones interesantes para poder llevar a cabo y conseguir, no sólo una alimentación saludable, si no un estilo de vida sano que permita llevar el día a día de esta enfermedad de la mejor manera posible. Recuerda que si necesitas ayuda para conseguir planificar tus comidas con el síndrome de Cushing, ponte en contacto conmigo, estaré encantada de ayudarte.
Aquí te dejo unas recomendaciones útiles para el síndrome de Cushing:
En este punto quiero ofrecerte un ejemplo de menú saludable que puede llevar a cabo una persona con este problema de salud. Es importante saber que se trata de un ejemplo y que en ningún momento se trata de una dieta personalizada ni representa el total de la alimentación que se debe llevar a cabo. Se trata de una orientación para que veas que es sencillo organizar un menú para este síndrome. Si tienes dudas, ponte en contacto conmigo y te ayudaré personalizando al máximo tus necesidades.
Desayuno | Café con leche + Tostada de tomate con aceitunas negras machacadas |
Almuerzo | Yogur natural con crema de cacahuete y fresas |
Comida | Ensalada de garbanzos con verduras picadas, nueces y semillas + Mandarina |
Merienda | Infusión + Plátano con chips de chocolate 80% |
Cena | Salteado de verduras con gambas + Boniato asado + Pera |