Sara Jiménez » Dietista – Nutricionista deportivo » Dieta para pilates
El pilates está de moda y cada vez más personas se alían a esta clase de deporte que ayuda a fortalecer tanto el cuerpo como la mente.
El pilates, en muchas ocasiones infravalorado, ayuda a mejorar en muchos aspectos físicos de la persona y se consigue un bienestar mental óptimo cada vez que se lleva a la práctica.
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El pilates es un ejercicio físico destinado a estirar y fortalecer el cuerpo. Está de moda y todo el mundo quiere hacerlo, pero se trata de una técnica que requiere habilidad y es mejor que, si decidimos hacerlo, nos pongamos en manos de personas que saben.
El objetivo principal es intentar controlar el cuerpo y la mente mediante ejercicios coordinados con la respiración. Se requiere de bastante concentración para llevarlo a cabo sin ningún parón.
Los pilares del pilates son el autocontrol, la precisión en los movimientos, la respiración controlada y la fluidez del cuerpo. Se intenta trabajar el equilibrio del cuerpo, el centro de gravedad de nuestro organismo.
Aunque en muchas ocasiones no es considerado un ejercicio físico como lo pueda ser la natación o el fútbol, el pilates es considerado como tal y además presenta múltiples beneficios para la salud y la mente de la persona que lo realiza.
Al igual que con cualquier deporte, el pilates también requiere de complementos que ayuden a conseguir el objetivo que se proponga. La alimentación es uno de ellos. La práctica de ejercicio físico y alimentación sana son claves para llevar un estilo de vida saludable.
Aunque con la práctica de pilates no suponga un exceso de sudor o de esfuerzo (en contadas ocasiones, porque sí que requiere de fuerza) como lo pueda suponer el running o un triatlón, los hábitos alimentarios son fundamentales para conseguir que la práctica de este ejercicio físico sea 100% satisfactoria.
La alimentación de una persona que practique pilates debe estar basada en vegetales, como la de cualquier persona. Debe ser variada y sabrosa, siempre y cuando los alimentos que estén en el plato estén lo mínimamente procesados posible, es decir, que la alimentación esté basada en comida real.
Sabiendo esto, las comidas las podemos englobar en los tres principales macronutrientes que podemos encontrar en los alimentos; estos son las proteínas, los carbohidratos y las grasas.
Los carbohidratos deben suponer la parte principal de la alimentación de una persona que practique pilates, pero esto no se traduce en que se pueda comer sin límites y en gran cantidad arroz, pasta o patata. Erróneamente pensamos que los hidratos de carbono sólo vienen de esos alimentos, pero los carbohidratos están presentes en las frutas, verduras, hortalizas, legumbres o cereales integrales.
Estos últimos grupos de alimentos son los que se deben priorizar, no sólo el arroz o la pasta.
Estos hidratos de carbono se pueden combinar entre sí sin problema ninguno. Debemos quitarnos de la cabeza que engorden, que no se puedan tomar después de las seis de la tarde o que no sean buenos porque todo esto son mitos que lo único que hacen es que no disfrutemos de alimentos tan ricos como la fruta, las legumbres o las hortalizas.
Al tratarse de un ejercicio en el que se trabajan bastante los músculos, las proteínas de la dieta no deben descuidar. El aporte de proteínas en una persona que practica pilates debe suponer en torno al 25-30% de la energía total que se consume.
También es un error pensar que las proteínas sólo están disponibles en la carne o el pescado. Las proteínas también están en alimentos de origen vegetal, como las legumbres, los frutos secos, las semillas, el tofu, el seitán… Y además, podemos obtenerlas de los lácteos (queso, yogur y leche) y del huevo.
Debemos quitarnos el miedo a las grasas que tenemos infundado desde hace años, siempre y cuando la fuente de esas grasas sea de calidad.
Una fuente de grasas de calidad es el aceite de oliva virgen extra, los frutos secos, frutas como el aguacate, los quesos curados, las semillas, las aceitunas… Son alimentos reales o mínimamente procesados con los que podemos completar al 100% la alimentación del deportista.
Los mejores consejos que puedo darte es que lleves una alimentación lo más saludable y variada posible. Con ello, tendremos cubiertos todos los requerimientos energéticos, de macronutrientes y micronutrientes que nuestro cuerpo necesita.
Aún así, aquí te dejo varios consejos y trucos para llevar a cabo antes de practicar pilates y que te ayudarán al rendimiento en este ejercicio:
Como cualquier otro deporte, después de practicar pilates es importante reponer lo que se ha ido gastando durante la sesión. Por ello, se debe consumir carbohidratos y proteínas en la siguiente comida principal. Por ejemplo, un filete de salmón y una ensalada sería una buena opción.
Si justamente después de la sesión notas mareos o dolor de cabeza, una pieza de fruta, como el plátano, un puñado de frutos secos o un yogur bebible natural puede ser una buena opción para recuperarse en el momento.
A continuación te dejo un menú ejemplo saludable para personas que practican pilates. Te recuerdo que se trata de un menú general, no específico. Si deseas llevar un control más especializado para tu caso, ponte en contacto conmigo.
Desayuno | Tostada de centeno con aguacate y queso. Un café con leche. Una pera |
Comida | Salmón a la plancha con guarnición de quinoa, cebolla, pimiento, champiñón y almendras picadas |
Merienda | Yogur natural con avellanas picadas y canela |
Cena | Ensalada de judías verdes con tomate picado, zanahoria, pimiento, maíz, tiras de pollo y aceite de oliva. Una mandarina |
Si deseas controlar tu alimentación junto con la práctica de pilates, no dudes en ponerte en contacto conmigo para personalizar al máximo tu dieta.