A día de hoy, el consumo de espirulina es cada vez mayor, no sólo en una dieta vegetariana o vegana, si no que muchas personas la toman por sus propiedades nutricionales.
En este post quiero contarte todo lo que necesitas saber sobre el consumo de espirulina y si es o no acertado tomarla de manera habitual.
Se comercializa y se conoce popularmente como un alga, pero esto tiene unos matices.
Durante mucho tiempo, el término spirulina hacía referencia a un grupo de cianobacterias que tenían una serie de apéndices (como los filamentos de las plantas) llamados tricomas.
A finales del siglo XX, la bacteriología decidió separar de esta denominación común a un grupo de cianobacterias llamado Arthrospira, puesto que tenían características diferentes a Spirulina. Pero dentro de este grupo Arthrospira se encuentra la espirulina que todos conocemos a día de hoy; esto quiere decir que la espirulina no es un alga si no una cianobacteria.
Esta “confusión” se debe a que este tipo de microorganismos contienen clorofila (de ahí su color verdoso) y pueden realizar fotosíntesis como las algas; por ello, históricamente la espirulina se mantuvo en este grupo hasta que, pasados los años, se vio mucho más apropiado incluirlas dentro del grupo de bacterias, aunque el nombre coloquial de espirulina se ha mantenido.
La espirulina aparece en medios acuáticos en muchas zonas del planeta, tanto en aguas dulces como salinas, en zonas tropicales y subtropicales de África y América. Aparece en la superficie del agua cuando la temperatura es óptima y específica, al igual que el tipo de agua y los niveles de carbono y nitrógeno.
En los países donde es más abundante, se recogía mediante coladores y se dejaba secar al Sol.
Sin embargo, debido a la demanda actual por su utilización como complemento dietético, la necesidad de su cultivo se ha visto incrementada y se ha introducido en la acuicultura, donde se recrean las condiciones de crecimiento que necesitan y se investigan formas más apropiadas de crianza y recolección, ya que un método más agresivo, puede desestabilizar la producción.
La espirulina puede ser interesante consumirla porque posee un perfil nutricional bastante interesante.
La espirulina es rica en proteínas, destaca también porque es rica en vitaminas como la vitamina A, la vitamina E o la vitamina K, al igual que también es rica en ciertos minerales como el calcio, el cobre, el hierro, zinc o sodio. Se trata de un alimento bajo en grasa y destaca su contenido en clorofila, en carotenos y triptófano.
Si únicamente miramos la calidad nutricional de la espirulina, esta es bastante interesante, como has podido leer; pero aunque tenga un perfil nutricional bueno, a la hora de consumirla, lo hacemos en poca cantidad (una cápsula o una cucharada pequeña en polvo), por lo que no se toman grandes cantidades de nutrientes cuando se consumen. Existen otros alimentos más interesantes, nutricionalmente hablando, que consumimos en mayor cantidad y, por ende, absorbemos más cantidad de nutrientes.
Su consumo es seguro y, tanto la EFSA como la AESAN, así lo certifican, teniendo en cuenta las cantidades que se recomiendan. En términos generales, se suelen recomendar aquellas cultivadas en condiciones controladas de acuicultura ya que las recolectadas de forma natural actualmente pueden poseer gran cantidad de metales pesados, como el arsénico.
Por ello, se puede consumir espirulina sin problemas porque los organismos de seguridad alimentaria, internacionales y nacionales, afirman que es seguro hacerlo. Pero sí que es cierto que existen ciertas situaciones o circunstancias en las que no se recomienda consumirla por diferentes factores.
Aquí te dejo las situaciones en las que no se recomienda el consumo de espirulina:
Como puedes leer, el consumo de espirulina es seguro, pero no está recomendada en ciertas situaciones donde la salud puede verse bastante afectada.
Lo más recomendado es que, si quieres comenzar a tomar espirulina dentro de tu alimentación, te asesores de manera correcta, con el profesional sanitario adecuado, como puede ser un dietista-nutricionista, y valore tu situación, tus necesidades nutricionales y te comente cómo poder hacerlo de la manera más segura posible.
Si necesitas ayuda, ponte en contacto conmigo, estaré encantada de ayudarte.
Especialista en Alimentación Personalizada y Educación Nutricional
Sara Jiménez Huertas Dietista - Nutricionista
Hola Sara, muchas gracias por este artículo muy completo sobre la espirulina.
Sin embargo, quería aportar el siguiente matiz como productor de espirulina: hablas de espirulina en polvo. Es justamente la que no recomendamos: la espirulina en polvo es la reseña de una producción industrial. A nivel industrial (seguramente el 99% de la producción mundial, mayoritariamente en China), deshidratan la espirulina mediante «spray-dryer»: un secado a muy alta temperatura (160-200ºC) pulverizando la espirulina en una torre de atomización con aire a estas temperaturas. Entenderán que a estas temperaturas se desnaturalizan parte de los nutrientes esenciales más frágiles de la espirulina como las vitaminas, antioxidantes, etc. y aparte, se rompe el filamento de espirulina, que pierde su capa protectora celular y queda sujeto a la oxidación del oxígeno del aire. El resultado es un producto medio quemado y medio oxidado. Encontrarán en España producciones de espirulina artesanal, ecológica, secado a baja temperatura, incluso criada en un Parque Natural para evitar cualquier fuente de contaminación. Así pues, mantiene todas sus propiedades y está disponible para toda la familia, al no estar contaminada! Espero que sea útil este aporte de información!