Sara Jiménez » Formación nutricional » Aprende a hacer una compra saludable. Etiquetado, ingredientes, productos procesados y alimentos saludables
¿Sabrías identificar un producto rico en sal? o ¿qué quiere decir jarabe de glucosa en la lista de ingredientes? Las malas decisiones a la hora de hacer la compra suponen que comamos más productos procesados y nuestra alimentación no sea lo más adecuada posible.
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Cuando vamos a hacer la compra, debemos tener en cuenta muchos factores para hacer elecciones inteligentes con nuestra salud. Las primeras veces que seamos más conscientes con nuestra cesta de la compra, parecerá que estamos una eternidad en el supermercado, pero con un poco de práctica, conseguimos aprender los productos poco recomendados.
A través del marketing se han intentado vender toda clase de productos procesados camuflados de saludables, pero aquí os dejamos varias pautas a tener en cuenta para hacer una compra inteligente y saludable.
En las etiquetas de los productos nos viene toda la información necesaria para saber si un producto del supermercado es de buena calidad o no. Cuando hablamos de etiquetas, no nos referimos a la parte delantera que está llena de reclamos para captar nuestra atención, si no en la letra pequeña que vemos en la parte trasera del producto.
En la parte delante podremos ver diferentes alegaciones de salud, reclamos publicitarios y demás estrategias de marketing para, como decimos, llamar nuestra atención y poner ese producto en la cesta de la compra. Nosotros debemos fijarnos en la parte trasera, y vemos diferentes apartados.
La tabla nutricional es donde siempre nos hemos fijado cuando nos interesamos por un producto, pero no es lo más recomendado. En este apartado nos indican la cantidad de nutrientes que tiene dicho producto (los gramos de azúcar, grasas, proteínas…).
Por ley, están obligados a indicar el número de calorías y la cantidad de proteínas, grasas (y grasas saturadas), el total de hidratos de carbono (y azúcares), sal y fibra. En otros productos, podemos ver la cantidad de algunas vitaminas que quieran ensalzar.
Y decimos que este apartado no nos interesa porque realmente nos dice la cantidad de nutrientes que lleva el producto, no la calidad del mismo. Si nos fijásemos únicamente en la cantidad del productos, podríamos tomar perfectamente un refresco 0% azúcares porque, en la tabla nutricional, nos indica que lleva 0 gramos de azúcar, cuando en realidad, la calidad de esa bebida es nefasta.
Una vez vista la calidad de los ingredientes, la tabla nutricional sí que nos puede resultar útil.
Este es el apartado que debemos prestar más atención de toda la etiqueta. Aquí veremos la calidad de los ingredientes del producto.
Poniendo el ejemplo anterior, si tenemos en la mano el refresco 0% y vemos que en realidad no tiene nada de azúcar, podemos pensar que es saludable, pero, si miramos la lista de ingredientes, veríamos varios edulcorantes entre sus primeros ingredientes. Por lo que la calidad es muy baja.
Para comenzar a interpretar la lista de ingredientes, debemos saber varias cosas:
También es importante conocer que la ley en España es bastante laxa en cuanto a las alegaciones y reclamos publicitarios. En este país, por el momento, se puede catalogar un producto como integral sin utilizar harina integral. Para conseguir ese aspecto marrón característico le añaden salvado de trigo. Un ejemplo claro son las barras de pan integrales que podemos ver en los supermercados. El reclamo «más sano» de integral lo ponen en grande, pero si vemos la lista de ingredientes, sólo tiene harina de trigo y salvado, nada de harina integral.
Por ello, es importante ver la lista de ingredientes porque es ahí donde nos dirán si lo que compramos es realmente sano o no.
Por ley, deben indicar toda clase de alérgenos que estén presenten en los productos, tanto si están en cantidades importantes como si están en trazas (residuos).
Desde hace unos años cambió la ley sobre alérgenos y ahora los podemos identificar porque vienen con una tipografía un poco más grande que el resto y remarcados en negrita, para llamar más la atención y que sea más sencillo localizarlos. Esto lo podemos encontrar en la lista de ingredientes.
Además, en algunos productos también podemos encontrar símbolos que hacen referencia a los alérgenos, como la espiga cruzada para los celiacos.
A parte de todo lo que hemos comentado que podemos encontrar en una etiqueta alimentaria, también encontramos información obligatoria importante:
Aunque los dietistas-nutricionistas lleven por bandera la alimentación real, con alimentos mínimamente procesados, en el supermercado encontramos algunos procesados que sí que son saludables y que pueden formar parte de nuestra alimentación diaria.
Este tipo de procesados nos facilitan nuestro día a día si no tenemos tiempo para cocinar o no sabemos planificar las comidas.
Algunos de los productos procesados saludables que encontramos son:
En nuestra alimentación se debe priorizar los alimentos frescos, locales y de temporada, pero estos productos procesados saludables pueden formar parte de nuestras comidas y hacerlas un poco más saludables.
Como venimos diciendo a lo largo del artículo, los alimentos mínimamente procesados y vegetales deben ser la base principal de nuestra cesta de la compra. Después, se puede completar con carne, pescados, lácteos o huevos si lo deseamos.
No es necesario obsesionarnos con la cantidad de proteínas o hidratos de carbono que tomamos cada día, basta con llevar una alimentación vegetal variada y se cubrirá sin problemas, pero si queremos saber dónde están esos macronutrientes de manera saludable en nuestra cesta de la compra, sigue leyendo.
En una cesta de la compra saludable, las proteínas estarían cubiertas sin preocupación
Otro de los macronutrientes que debemos cubrir en nuestro carrito son los (temidos) hidratos de carbono. No tenemos que tener miedo a consumirlos, siempre y cuando provengan de alimentos reales; los hidratos de carbono (azúcares en su mayoría) de los productos procesados es mejor eliminarlos.
Las fuentes interesantes de hidratos para nuestra cesta de la compra son:
Si siempre le hemos temido a los hidratos de carbono, lo de las grasas es otra historia. A principios de los años 90 comenzó una fobia a los alimentos con grasa y esto hizo que salieran al mercado productos 0% materia grasa, con ingredientes de dudosa calidad.
La grasa buena, de calidad, la que está presente de manera natural en los alimentos, no tenemos que tenerle miedo. Es más, debemos consumirla de manera regular porque es muy importante en procesos que realiza el organismo.
Aquí tenemos una lista de algunos alimentos ricos en grasa de calidad que podemos meter en nuestra cesta de la compra:
Aprender a hacer la compra puede suponer mucha información al principio, pero con un buen asesoramiento, es muy sencillo. Con la práctica, se coge destreza y cada vez se hace más fácil y rápido. Ponte en contacto conmigo y te enseño cómo.