Superalimentos: todo lo que necesitas saber

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Actualmente, hay mucha controversia con la acuñación de este término para referirse a ciertos alimentos cuyas propiedades nutritivas, aparentemente, destacan sobre el resto y que parecen tener grandes beneficios para la salud. Para unos es una moda o un producto de marketing y, para otros, son nuevos alimentos con vitaminas, minerales, fitonutrientes, fibra y grasas que añadir a una dieta saludable.

En este post quiero contarte todo sobre los superalimentos.

¿Qué son los superalimentos?

Superalimento es un término que hemos acuñado a aquellos alimentos a los que se les ha atribuido ciertas propiedades nutricionales muy beneficiosas para la salud y que, de manera general, destacan con respecto a otros alimentos similares. Tienen una alta concentración de nutrientes.

Durante años, sobre todo en España, se ha atribuido el nombre de superalimentos a aquellos alimentos exóticos que era más complicado encontrar en este país, provenientes de zonas más remotas y casi desconocidos para la gran mayoría de personas (bayas de açai, moringa, noni, baobab…); pero en la actualidad, también se le ha acuñado el término de superalimentos a alimentos cotidianos ricos en ciertos nutrientes y que toda la población conoce, como el cacao, el aguacate, el brócoli o especias como la cúrcuma o el jengibre.

Es importante no confundir con los alimentos funcionales, que son aquellos a los cuales se les han añadido ciertos nutrientes para justificar algunos efectos beneficiosos para la salud (a los superalimentos no se les ha añadido nada).

Y se debe remarcar que no existe ningún alimento que sea milagroso por sí mismo, que cure enfermedades o mejore la salud; para conseguir los efectos positivos del consumo de los superalimentos se debe llevar a cabo un estilo de vida saludable, en el que la alimentación sana sea primordial, al igual que la práctica de ejercicio física diaria.

¿Cuáles son los superalimentos?

Como has podido leer, hemos atribuido el nombre de superalimentos a aquellos que tienen una densidad nutricional notable y que pueden destacar del resto. Aquí te dejo una lista de los superalimentos más conocidos:

  • Frutas y bayas: arándanos, açai, granada, kiwi, goji o aguacate
  • Verduras: kale (col rizada), brócoli, espinacas, ajo o remolacha
  • Semillas y frutos secos: chía, linaza, nueces o almendras
  • Cereales: Quinoa, avena o amaranto
  • Alimentos marinos: algas (espirulina o nori), salmón o sardinas
  • Cacao puro
  • Té o café: cúrcuma o jengibre

Beneficios de tomar superalimentos

Como te he contado en el punto anterior, no existe un alimento que por sí mismo tenga propiedades nutricionales excepcionales y por el simple echo de tomarlo todos los días se mejore ciertos aspectos de salud. Los superalimentos no curan. Si su consumo no va acompañado de unos hábitos de vida correctos, las propiedades beneficiosas de los superalimentos no tienen sentido. Y se mejora la salud en general, no sólo por el consumo de estos superalimentos, si no por el conjunto de hábitos totales en sí.

Uno de los principales beneficios que se le atribuyen a estos superalimentos es que tienen una alta densidad nutricional, es decir, que nos aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales al consumirlos. Además, casi todos ellos tienen un carácter antioxidante y antiinflamatorio, lo que ayuda a combatir el estrés oxidativo y la inflamación del organismo.

La gran mayoría de superalimentos son muy ricos en vitamina C, que además de ser un antioxidante, puede brindar apoyo al sistema inmunitario junto con el zinc, los polifenoles y otros micronutrientes para reforzar las defensas del cuerpo.

Algunos de ellos, como las semillas, frutos secos o frutas, también ayudan a la mejora de la digestión y la salud intestinal; aportan gran cantidad de fibra y agua, que contribuye en el cuidado de la microbiota intestinal.

Si se consumen superalimentos, junto con unos hábitos de vida saludables, se previenen problemas de salud crónicos, como la diabetes, la hipertensión o diferentes tipos de cáncer.

Y por último, a nivel estético, el consumo de superalimentos también ayuda en la mejora de la piel, el pelo o las uñas porque, al aumentar considerablemente el consumo de antioxidantes y grasas de buena calidad en la dieta, se mejora la elasticidad y el aspecto de la piel (algo muy útil en casos como la rosácea o la dermatitis).

El consumo de superalimentos tiene muchos beneficios, al igual que el consumo del resto de frutas, verduras, legumbres y demás alimentos de calidad que nos brinda la naturaleza. Como te he comentado antes, de poco vale consumir los superalimentos si el resto de nuestra alimentación no es buena… así no conseguiremos los beneficios que buscamos.

Inconvenientes de tomar superalimentos

Como has podido observar, los superalimentos son alimentos saludables, no son ultraprocesados.

Pero sí que el consumo de alguno de ellos puede tener inconvenientes a nivel de salud. Te hablo, sobre todo, de la espirulina, donde su consumo habitual puede falsificar las analíticas de vitamina B12 en personas vegetarianas o veganas y no está recomendado en personas con problemas autoinmunes. Lo mismo ocurre con la cúrcuma, un consumo abusivo puede interferir con medicamentos anticoagulantes.

Y, aunque no es un inconveniente a nivel de salud, creo que el consumo de superalimentos genera una falsa sensación de «alimentos milagrosos», de tener el pensamiento de «como ya estoy tomando este superalimento, el resto de mi alimentación no la cuido«, y como te he estado comentando a lo largo de todo el post, estos superalimentos no sustituyen a ninguna dieta saludable ni son el alimento que curará las enfermedades de este siglo. El efecto positivo que puede tener para la salud se pierde si no se acompaña de buenos hábitos.

Además, en la gran mayoría de casos, su precio es bastante elevado por la estrategia de marketing que llevan detrás. Muchos de ellos son importados de otros países (açai, goji, maca…), lo que hace encarecer la cesta de la compra cuando, consumiendo alimentos locales y de temporada (otras verduras/frutas, legumbres…) se consigue el mismo efecto y son más económicos.

Evidencia científica detrás de los superalimentos

La única evidencia científica que se puede respaldar en ellos es en su perfil nutricional, que de manera general, son alimentos saludables, ricos en nutrientes, con carácter antiinflamatorio o antioxidante, que ayudan al sistema inmunitario o que mejoran el tránsito intestinal, pero de poco vale toda esta evidencia o su composición nutricional si su consumo no está englobado en un contexto de hábitos saludables, donde prima la alimentación sana de calidad, la práctica de ejercicio físico diario, una buena gestión del estrés y una buena higiene del sueño.

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