Dieta basal – Dieta hospitalaria

Dieta basal – Dieta hospitalaria

La dieta basal es aquella que se puede encontrar en los hospitales y que va dirigida a los pacientes ingresados.

Debe estar personalizada a cada patología y estar basada en alimentos saludables. El principal objetivo de este tratamiento dietoterápico es reducir el tiempo de hospitalización de las personas.

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      ¿Qué es la dieta basal?

      La dieta basal es el plan nutricional que se instaura en un hospital para los pacientes que están ingresados. Dependiendo de la patología que esté presente, así se pautará una dieta basal sin sal (para hipertensión), sin azúcar (para diabetes), dieta líquida (para aquellos pacientes que no puedes tomar sólidos), etc…

      Se trata de una planificación adaptada a las necesidades del paciente en el momento de la hospitalización. Lo ideal es que esté adaptado a los gustos del paciente, así como a sus necesidades nutricionales para que el éxito en el alta hospitalaria sea el máximo.

      ¿Quién puede tomar una dieta basal?

      No se trata de un tipo de dieta que se deba llevar a cabo para bajar o subir de peso por nuestra cuenta; ese no es su objetivo. Este tipo de dietas son pautadas a las personas que han sido hospitalizadas y en el momento del alta, no es un tratamiento a seguir. El principal objetivo de este tipo de tratamiento es la mejora del paciente durante su estancia hospitalaria.

      Una dieta basal no es perjudicial para una persona que no esté hospitalizada pero, de manera general, sólo se pauta en un hospital.

      Alimentos a potenciar en una dieta basal

      La dieta basal debe estar basada en alimentos vegetales, por lo que el consumo de frutas, verduras, hortalizas, cereales integrales y legumbres debe ser primordial. Además, se puede complementar la alimentación con carne, pescado, huevo y lácteos si el paciente lo desea.

      La proporción de nutrientes se debe adaptar a las necesidades que en ese momento tenga el paciente, por lo que de uno a otro puede variar de manera considerable. Un reparto de 55% de hidratos de carbono, un 30% de proteínas y un 15% de grasas puede ser adecuado para un determinado paciente pero para otro no. La personalización es fundamental.

      Por ello, es más adecuado hablar del plato de la alimentación saludable de Harvard para conseguir un reparto óptimo y adaptado a cada paciente.

      La bebida por excelencia debe ser el agua o agua con gas (salvo contraindicaciones del médico). No es aconsejado consumir zumos ni batidos, aunque tristemente en los hospitales de España aún estén presentes.alimentos desaconsejados en dieta basal

      Alimentos no permitidos en una dieta basal

      Lo que no está aconsejado en una dieta basal es la presencia de cualquier ultraprocesado en cualquier variante de la misma. El consumo de galletas, bollería, cereales, cacao soluble, zumos o batidos es lo habitual en los hospitales españoles y es una práctica que debe cambiar.

      El consumo de azúcar en un paciente hospitalizado empeora el estado del mismo, haciendo que el tiempo que está ingresado sea mayor. Además, la recuperación no es la adecuada.

      Por ello, el consumo de azúcar libre, como los azucarillos, la bollería y todos los productos ultraprocesados están desaconsejados en las dietas basales. Además de esto, los productos rebozados y fritos en grasa de mala calidad (por ejemplo, aceite de girasol) tampoco están recomendados.

      Bebidas como el alcohol, refrescos, zumos o batidos tampoco están aconsejados porque contienen grandes cantidades de azúcar en su composición. La presencia de alcohol en los hospitales está prohibida y no se debe ingerir por considerarse una droga hepatotóxica y neurotóxica para las personas, pero las bebidas azucaradas sí que están presentes en las dietas basales de los pacientes, lo cual es un error.

      El problema de las dietas en los hospitales

      Como te comento en los puntos anteriores, las dietas basales de los hospitales españoles, a día de hoy, dejan mucho que desear en su gran mayoría.

      La presencia de productos ultraprocesados, como galletas, de cereales del desayuno, de zumos o de azucarillos es continua y esto empeora el estado nutricional del paciente y hace que su recuperación sea más lenta, por lo que el tiempo de hospitalización es mayor (y mayor gasto para la sanidad pública del país).

      Además de esto, en la gran mayoría de veces, es escasa la cantidad de verduras en las comidas y cenas o incluso brillan por su ausencia las frutas para el postre (normalmente añaden algún postre lácteo). Por ponernos un poco en situación, en muchas ocasiones podemos ver galletas sin azúcar (pero con edulcorantes) para desayunar o unas natillas para después de la comida en una dieta basal sin azúcar para una persona diabética (algo totalmente desaconsejado).

      Existe una sanidad desnutrida en la actualidad y el Gobierno no cree que la figura del dietista-nutricionista sea necesaria para los cuidados del paciente.

      Es cierto que esto poco a poco esta situación va cambiando y cada vez más hospitales cuentan con menús adecuados a las patologías de los pacientes, pero son muchos los centros donde la calidad de sus dietas basales son pésimas.alimentacion paciente hospitalizado

      Menú ejemplo de una dieta basal

      A continuación te dejo un menú ejemplo de una dieta basal que se puede encontrar en un hospital. Se trata de un menú ejemplo y en ningún caso está adaptado a ningún paciente.

      DesayunoCafé descafeinado con leche. Tostada de pan integral con tomate y aceite
      ComidaLentejas estofadas con verduras y patata. Kiwi de postre
      MeriendaManzana. Un puñado de frutos secos. Un yogur natural
      CenaTortilla francesa y una menestra de verduras. Plátano de postre