Sensibilidad al gluten no celiaca

Sensibilidad al gluten no celiaca

La sensibilidad al gluten no celíaca no es celiaquía. Para que sea diagnosticada una persona con este problema de salud, las pruebas de celiaquía y alergia al gluten deben salir negativas.

Para ello, la dieta es fundamental, al igual que tener una base de información sólida para hacer una compra saludable y libre de gluten.

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      ¿Qué es la sensibilidad al gluten no celíaca?

      La sensibilidad al gluten no celíaca, también conocida con las siglas SGNC, es un síndrome aparece como uno de los trastornos relacionados con la intolerancia al gluten, junto con otros problemas autoinmunes como la enfermedad celíaca o la alergia al trigo.

      La principal diferencia es que la SGNC no está tan relacionada con mecanismos alérgicos o autoinmunes. Se considera como un cuadro de origen multifactorial, más temporal y prevenible, y asociado a una dieta desequilibrada. Esto quiere decir que se trata de un problema de salud que se caracteriza porque quien lo padece tiene los mismos síntomas de la enfermedad celíaca y, sin embargo, en las pruebas diagnósticas aparece como negativo en celiaquía o no es alérgico al trigo.

      Como te comento, los síntomas que padece una persona con SGNC son los mismos que aquellas que sufren celiaquía, por lo que, de manera general, suelen experimentar molestias gastrointestinales como diarrea, hinchazón o distensión abdominal e incluso algunos refieren dolores de cabeza, pérdida de peso, dermatitis, irritabilidad o inapetencia.

      Además, hay estudios que proponen el término sensibilidad al trigo no celíaca (STNC) como sustituto a la sensibilidad al gluten no celiaca, ya que hay otros componentes diferentes al gluten que pueden provocar síntomas intestinales o extraintestinales. Esto aún está en estudio y es necesario ampliar la evidencia científica actual.

      ¿Cómo se diagnostica la sensibilidad al gluten no celíaca?

      Según una revisión reciente, la prevalencia de la sensibilidad al gluten no celíaca va desde un 0,6 a un 13% en la población general, afectando más a mujeres y al grupo de edad de 40 años.

      Por llamarlo de alguna manera, la sensibilidad al gluten no celíaca se considera una enfermedad muy actual. No es que haya surgido ahora en estos últimos años, si no que hasta hace poco los diagnósticos estaban orientados a otro tipo de patologías y, gracias a la evidencia y estudios que existen, se ha podido catalogar este problema de salud como tal.

      Por el momento, no existe una prueba específica que diagnostique al 100% la SGNC, por lo que actualmente se llevan a cabo diferentes protocolos para conseguir averiguarlo.

      En un primer momento, se debe descartar que sí existe celiaquía mediante una analítica y una biopsia intestinal. Si esta sale negativa, se descarta también una posible alergia al trigo. Posteriormente, se lleva a cabo una dieta exenta de gluten durante 4-6 meses y si la persona ha mejorado los síntomas, se llega a la conclusión de que existe una sensibilidad al gluten no celiaca. Además, si durante ese proceso se introduce el gluten y aparecen de nuevo los síntomas… queda aún más confirmado.

      Un estudio apunta a llevar a cabo un protocolo distinto al que te acabo de mencionar para conseguir un diagnóstico más evidente. Se ha propuesto observar las reacciones a alimentos que contienen gluten o trigo en pacientes en los que se ha descartado la enfermedad celíaca o alergia al trigo. Como referencia diagnóstica, aparecen los criterios propuestos por los expertos de Salerno, que dividen la intervención en varias fases:

      • Fase 1: Aparición de síntomas y confirmación de ausencia de enfermedad celíaca o alergia al trigo con pruebas cutáneas, sanguíneas y orales específicas.
      • Fase 2: Registro en una escala del 1-10 la magnitud de los síntomas antes y durante la aplicación de una dieta libre de gluten durante 6 semanas.
      • Fase 3: Si los síntomas desaparecen tras 6 semanas el diagnóstico de SGNC es confirmado.

      Estas tres primeras fases son exactamente iguales que las que te he descrito antes, pero de forma adicional, también proponen el gluten challenge, una ampliación del protocolo a seis semanas en las que se introducen ciertas cantidades de gluten. Aquí te especifico con más detalle en qué consisten cada fase:

      • Fase 4: Una semana de dieta libre de gluten con suplemento de 8g de gluten diarios (con 0,3 gramos de inhibidores de amilasa-tripsina).
      • Fase 5: Una semana de dieta libre de gluten sin suplemento.
      • Fase 6: Una semana de dieta libre de gluten con suplemento placebo con misma forma, textura y apariencia que en fase 4.

      De manera general, y sobre todo en el sistema público sanitario de España, el protocolo para el diagnóstico no se extiende tanto en el tiempo, por lo que si la persona mejora cuando se elimina el gluten de su dieta y tiene negativas las pruebas realizadas de celiaquía, su diagnóstico es claro.

      Predisposición a la sensibilidad al gluten no celíaca

      En esta revisión del año 2021 se sintetiza la evidencia científica en varios factores como, por ejemplo, enfermedades autoinmunes como la tiroiditis, desórdenes gastrointestinales, género femenino, problemas neurológicos, desórdenes alimenticios, herencia de primer grado y reacciones adversas o alergias a la comida.

      ¿Debo evitar siempre el gluten?

      Actualmente, se ha extendido la creencia de que, en cualquier contexto y situación, una reducción en el consumo de gluten está relacionada con mejoras en la salud, debido a recomendaciones utilizadas por famosos o influencers y al poderoso marketing utilizado en la industria gluten-free.

      Aparte de la repercusión económica negativa que esta moda puede tener en el coste de la cesta de la compra, por el elevado precio de los productos sin gluten, eliminar el consumo de gluten totalmente carece de evidencia científica que muestre el beneficio de excluir productos con gluten a todo el mundo. Se trata únicamente de una moda absurda. El gluten lo debe evitar aquella persona que tenga sensibilidad al gluten, alergia al trigo o sea celíaca.

      Además, no sólo una dieta sin gluten puede no tener beneficios, sino que hasta puede mostrar algunos inconvenientes en personas que no tengan la patología que se trata aquí, ya que se ha visto como el consumo de gluten puede mejorar el perfil lipídico y cardiovascular  y como una dieta libre de gluten puede ser pobre en vitaminas y oligoelementos como el zinc, magnesio, calcio, vitamina D, B12, ácido fólico y fibra.

      Dieta para la sensibilidad al gluten no celíaca

      Una vez que se ha diagnosticado la sensibilidad al gluten no celíaca, la dieta que se debe llevar a cabo es exenta de gluten, es decir, se debe eliminar al completo el consumo de esta proteína. El gluten, como te comento, es una proteína que se encuentra en cereales como el trigo, la espelta, la cebada, el centeno, el triticale (cruce entre el trigo y el centeno), el kamut (una variedad de trigo) y algunos tipos de avena.

      El objetivo principal es evitar el consumo de productos que lleven estos cereales. Para ello, es muy importante aprender a leer las etiquetas nutricionales de cada producto. Y sobre todo, es importante saber que una dieta exenta de gluten, saludable, no es más cara que aquella que sí tiene gluten. En este post te cuento el motivo.

      En el supermercado, se pueden encontrar alimentos saludables que no llevan gluten en su composición y que se pueden consumir sin ningún problema. Te hablo de las frutas, verduras, legumbres, frutos secos, huevos, lácteos, carnes o pescados. Por otro lado, se pueden encontrar alimentos o productos que, en su proceso de elaboración, pueden ser contaminados con gluten o contener trazas de esta proteína. Si es el caso, se debe indicar claramente en la etiqueta nutricional. Dentro de este grupo estarían los embutidos, cremas, salsas, especias, platos precocinados, infusiones, refrescos… Y por último, también se pueden encontrar los alimentos que no son aptos para el consumo si se sufre SGNC, que son aquellos que contienen gluten en su composición, como cualquier producto elaborado con los cereales que te he comentado, la cerveza…

      Para poder llevar a cabo una dieta exenta de gluten no es necesario ni obligatorio destinar gran parte de la cesta a comprar productos específicos para celíacos. Lo que eleva el precio de la compra no son las frutas, verduras o legumbres, si no las galletas sin gluten, los cereales sin gluten, los croissants sin gluten… Y estos son productos ultraprocesados de mala calidad que no están recomendados consumir, se tengan o no problemas con el gluten.

      Es cierto que, dentro de los alimentos saludables y que no deben tener gluten, pueden existir ciertas excepciones porque son productos procesados y puedan llevar trazas de esta proteína. De ahí que haga tanto hincapié en la importancia de leer el etiquetado nutricional. Por ello, te voy a dar una tabla en la que, dentro de los alimentos catalogados como sin gluten, puedes encontrar este alérgeno o trazas.

      Cereales Todos aquellos que tengan gluten, féculas, almidón o harinas
      Frutas Mermeladas, zumos, deshidratadas
      Frutos secos Fritos, con azúcar
      Lácteos Procesados con quesos modificados, margarinas
      Huevos Huevo hilado, liofilizado u ovoproductos ultraprocesados
      Carnes Embutidos, rebozados
      Pescados Surimi, rebozados
      Bollería industrial Casi toda tiene gluten
      Bebidas Cerveza, algunos licores
      Otros Sopas comerciales, cremas, levaduras químicas

      Esto no quiere decir que toda la lista que te he expuesto tenga gluten o trazas del mismo, si no que, al tratarse de productos procesados, existe una mayor probabilidad de que sí que lo contengan. Por ello, siempre que vayas a comprar algo de este estilo, lee la lista de ingredientes de manera detallada.

      Cuando un producto tiene presente cualquier tipo de alérgeno de los 14 declarados, este tiene que indicarse de manera diferente al resto de ingredientes, ya sea en negrita, cursiva o en un tamaño mayor.

      Consejos para llevar una dieta sin gluten

      En este punto, quiero darte una serie de consejos fáciles de llevar a cabo si te han diagnosticado SGNC. Recuerda que son recomendaciones generales y no son obligaciones. La alimentación debe adaptarse a cada persona, tenga la situación que tenga. Por ello, si necesitas ayuda con la planificación de tus comidas, ponte en contacto conmigo. Estaré encantada de ayudarte.

      • Revisa todos los productos que vayas a comprar y también ten especial atención con los medicamentos
      • En la cocina es recomendable seguir un orden que evite la contaminación cruzada:
        • Utiliza una zona en concreto para guardar productos sin gluten, preferiblemente en estantes altos para evitar que caigan restos de productos con gluten
        • No compartas el agua de cocción, aceite o los utensilios. Para eliminar el gluten y poder reutilizarlos, debes lavar los utensilios con agua y jabón (mejor en lavavajillas)
        • No uses la misma tostadora para productos con gluten y sin gluten
        • Realiza una correcta limpieza de las aspas de la batidora si se usa para hacer algún producto con gluten
        • No hornees a la vez productos con y sin gluten si usas un horno de aire. Si no es de aire, igualmente poner en la parte superior el producto sin gluten
      • Si sales a comer fuera de casa asegúrate de que el establecimiento garantice la seguridad alimentaria y que siga un buen protocolo para evitar la contaminación cruzada. Para ello existen aplicaciones móviles en las que se avalan los restaurantes que ofrecen opciones sin gluten seguras o registran opiniones de los usuarios respecto a su experiencia
      • Cuando viajes incluye en tu equipaje productos sin gluten como frutas, snacks y medicamentos
      • Ante la duda sobre si un alimento tiene gluten o no lo mejor es que no lo consumas

      Ejemplo de dieta libre de gluten

      Llegados a este punto, te habrás dado cuenta que la alimentación libre de gluten es muy sencilla de llevar a cabo. Basta con tener una buena base a la hora de leer las etiquetas alimentarias y basar la comida en alimentos de calidad. A continuación, te indico un menú ejemplo de cómo se puede organizar de manera saludable una dieta para una persona con sensibilidad al gluten no celíaca. Es importante saber que se trata de un ejemplo y en ningún caso se trata de un menú personalizado. Si necesitas ayuda, es mejor que te pongas en contacto con un especialista, como lo es el dietista-nutricionista. Si necesitas ayuda, ponte en contacto conmigo.

      Desayuno Café con leche + Tomate picado con aguacate y atún
      Almuerzo Frutos secos naturales + Fruta
      Comida Garbanzos estofados con verduras al gusto y patata + Fruta
      Merienda Yogur natural + Fruta
      Cena Quinoa cocida con verduras y tiras de tempeh + Fruta