Sara Jiménez » Alimentación en pre-embarazo y embarazo
Debemos cuidar nuestra alimentación siempre, pero si nuestro objetivo es quedarnos embarazadas, debemos estar concienciadas que nuestra alimentación es clave para el desarrollo de nuestro bebé.
Debemos tener claro los mitos que rodean a este mundo para poder combatirlos con salud y buena alimentación.
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Los momentos antes de quedarnos embarazadas nos surgen muchas dudas al respecto, y con la alimentación no iba a ser menos. En un principio, no sabemos qué comer, si es bueno comer ciertos tipos de alimentos, si debemos comenzar o no con la suplementación de ácido fólico… Aunque antes de quedarnos embarazadas seamos un mar de dudas, es mucho más sencillo de lo que aparenta. Es muy fácil llevar una alimentación sana y cómoda de llevar en el día a día, siempre y cuando estemos bien aconsejadas por el profesional adecuado.
Si ya tenemos instaurados unos hábitos correctos de vida, nos resultará más sencillo. Si no llevamos una alimentación saludable, es aconsejado comenzarla ya. Nunca es tarde para hacerlo. La forma en la que vamos introduciendo nuevos alimentos, nuevas formas de cocción o aprendemos a planificar nuestras comidas debe ser gradual, no podemos pretender que los cambios se aprecien de la noche a la mañana.
La salud de la madre antes de quedarse embaraza es muy importante. Si esta tiene sobrepeso u obesidad, pueden existir complicaciones durante el embarazo que nadie desea (diabetes gestacional, hipertensión y colesterol elevado, sobrepeso en el niño…).
Los alimentos reales son las frutas, verduras, hortalizas, legumbres o frutos secos. Si es de nuestra elección y los queremos introducir, también podemos incluir en este grupo los lácteos, los huevos, las carnes y los pescados sin procesar.
La introducción de estos alimentos en nuestro día a día y su cocinado diario, contribuirán a mejorar nuestra salud y la de nuestro futuro bebé.
Cuando llega el momento clave y tenemos un bebé dentro, las dudas vuelven a surgir, pero sigue siendo todo muy sencillo de llevar a cabo.
Tenemos que saber que la alimentación que debemos llevar cuando ya estamos embarazadas no se diferencia mucho de cuando estamos buscándolo. Es cierto que debemos tener especial cuidado con algunos aspectos de la comida, pero no suponen grandes cambios en nuestra rutina si ya llevábamos una alimentación saludable
La gran duda que tienen muchas madres y que muchas de ellas llevan a cabo es comer más de la cuenta durante el periodo de gestación. La frase «hay que comer por dos» acompaña a una mujer durante los nueve meses de gestación; ¿esto es cierto? No. Rotundo.
No tenemos que comer por dos, debemos cuidarnos por dos. Llevando una alimentación como la que hemos mencionado antes, llevando al día la pauta de suplementación que nos haya mandado el médico y practicando ejercicio físico diario, ajustado a nuestra condición, podemos estar tranquilas de que llegue ese esperado momento. Con lo que comemos a lo largo del día, tenemos cubiertas las necesidades, tanto de la madre como del bebé.
La forma en la que nos alimentemos a lo largo de la gestación determinará muchos factores importantes de nuestro bebé. Nuestra alimentación es clave para evitar el desarrollo de obesidad en el futuro bebé, si no la cuidamos, las probabilidades van en aumento para nuestro hijo. Incluso, la calidad de la alimentación de la madre puede afectar en los alimentos que le gusten o no en un futuro al bebé.
Uno de los mayores temores de las embarazadas durante este periodo es el de comer jamón y el riesgo presente de sufrir toxoplasmosis.
Antes de nada, debemos saber que si ya la hemos padecido anteriormente, es muy poco frecuente volver a padecerla.
Una de las mayores prohibiciones (y que despertaba más deseo) era el consumo de jamón, pero esto no es totalmente cierto. Las embarazadas podemos consumir jamón sin problemas, con ciertas precauciones. El jamón (y cualquier otro embutido) se puede tomar siempre y cuando se haya congelado previamente a -22ºC un mínimo de 10 días o se ha cocinado correctamente (sin dejar partes crudas o poco hechas).
Además del jamón o los embutidos, las embarazadas debemos llevar unas mínimas precauciones para evitar problemas mayores.
Siguiendo estas sencillas prácticas, podemos llevar una alimentación segura durante nuestro embarazo.
La ganancia de peso de la madre durante el embarazo depende mucho del IMC que esta tenga justo antes de quedarse embarazada. Es importante saber que tener un peso adecuado antes del quedarse embarazada facilita el proceso mucho.
Por ejemplo, una madre con un IMC saludable, dentro de su peso «normal» para su altura, debe coger en torno a 11 y los 16 kg de peso. Sin embargo, una mujer con sobrepeso debería coger en torno a los 7-11 kg durante el embarazo. Si la madre tiene obesidad (IMC superior a 30), durante la etapa de gestación debería aumentar su peso en torno a los 5-9 kg.
Se trata de cifras aproximadas que varían en torno a la situación de la mujer y la forma en la que se esté alimentando durante el proceso.
La suplementación durante esta etapa es de vital importancia. Gracias al ácido fólico, podrá formarse de manera correcta el tubo neural del feto y, con ello, evitar enfermedades como la espina bífida. Con la suplementación adecuada (antes y durante la gestación) y llevando una alimentación rica en vegetales de hoja verde, no tendremos que preocuparnos por los depósitos de ácido fólico.
Durante la etapa de gestación, y dependiendo de cada madre, puede existir más suplementación que ayude en la mejora del embarazo. Es el caso del hierro, en el que la gran mayoria de madres son suplementadas. Dependiendo también del caso, se puede suplementar la vitamina B12 (en el caso de madres vegetarianas o veganas), de yodo, de vitamina E, vitamina D… Toda clase de suplementación es pautada por nuestro médico y en función de cómo estemos desarrollando el embarazo.
Si tienes dudas de alimentación antes o durante tu embarazo, ponte en contacto con nosotros y estaremos encantados de atenderte.