Dieta para la fatiga crónica

Dieta para la fatiga crónica

La fatiga crónica es un problema de salud que, en la actualidad, está infradiagnosticada y sobre todo infravalorada. Puede llegar a tratarse de un problema de salud incapacitante para la persona.

La nutrición, aunque no es la cura de esta enfermedad, juega un papel importantísimo en el alivio de los síntomas y en la mejora del día a día de la persona.

¿Te puedo ayudar?

Contacta conmigo o reserva ya tu consulta online

      ¿Qué es la fatiga crónica?

      La fatiga crónica, también conocida como Encefalomielitis miálgica, es un problema de salud crónico que se caracteriza por un cansancio extremo acompañado de otra sintomatología como el dolor de cabeza o de garganta, fatiga muscular, problemas relacionados con la concentración, fatiga mental o mal descanso.

      En la actualidad, la fatiga crónica ya es reconocida como un problema de salud a tener en cuenta, en el que se evalúan los criterios diagnósticos, los síntomas y los efectos sobre la salud, tanto física como psicológica.

      Para que se diagnostique a una persona con fatiga crónica deben ocurrir uno o varios de estos síntomas durante al menos seis meses:

      • Reducción de la habilidad para realizar actividades cotidianas
      • Malestar tras un esfuerzo
      • Sueño no reparador

      Síntomas de la fatiga crónica

      Los síntomas que pueda presentar este problema de salud pueden ser diversos y cada persona los puede presentar de una manera distinta. Como te he comentado en el punto anterior, para que se diagnostique la fatiga crónica debe darse una serie de condiciones concretas durante un tiempo determinado. Aún así, existen también muchos indicativos de que este problema de salud puede estar presente; en este punto te cuento los síntomas principales de la fatiga crónica:

      • Presencia de dolor en los músculos y las articulaciones
      • Realizar actividades cotidianas supone mucho más esfuerzo que antes
      • El cansancio no se alivia cuando se hace reposo o se para de hacer una actividad
      • Existe una dificultad para conciliar el sueño
      • Pueden existir problemas de memoria y concentración
      • Mareos o aturdimiento, acompañados de debilidad, visión borrosa… Esto suele empeorar cuando la persona se pone de pie
      • Malestar general tras un esfuerzo

      Diferencias entre fibromialgia y fatiga crónica

      En muchas ocasiones, ambos problemas de salud pueden verse confundidos, incluso en el diagnóstico, ya que presentan una sintomatología parecida. Pero esto no significa que no tengan diferencias. Son dos problemas de salud que comparten muchas similitudes pero, a la vez, grandes diferencias. En este punto te cuento las grandes diferencias entres la fatiga crónica y la fibromialgia:

      Fatiga crónica Fibromialgia
      Los síntomas empeoran cuando existe una práctica de ejercicio físico Los ejercicios físicos deben estar adaptados a la condición de cada persona, pero de manera general, los síntomas no empeoran cuando se hace deporte. Se recomiendan ejercicios aeróbicos
      Los síntomas son agotadores y no se reducen con el descanso Los síntomas son muy agotadores pero sí que se ven reducidos en cuanto a intensidad cuando se descansa
      Se presenta una hipersensibilidad a ciertos medicamentos y al alcohol No se presentan hipersensibilidad a ningún medicamento ni al alcohol

      Las recomendaciones dietéticas suelen ser parecidas, siempre y cuando el tratamiento sea personalizado.

      Covid-19 y fatiga crónica

      Tras la pandemia del Covid-19, muchas personas han experimentado síntomas parecidos a la fatiga crónica tras haber superado este virus. Se trata de síntomas que, en algún caso, pueden llegar a ser incapacitantes y persistentes. Esto, actualmente, se le conoce como Covid persistente, síndrome de Covid crónico o Covid prolongado.

      Los síntomas son muy similares a la fatiga crónica que te he descrito en puntos anteriores y muchos estudios que se están llevando a cabo afirman que realmente se trata de fatiga crónica ocasionada por una infección vírica, pero se deben realizar muchos más estudios y aprender sobre este virus que nos azotó hace unos años. Aún es pronto para sacar conclusiones al respecto, por lo que es mucho más prudente esperar a los avances científicos que se vayan dando en este campo.

      Por el momento, si la persona ha sido diagnosticada con Covid persistente, el tratamiento que se lleva a cabo es el mismo que para la fatiga crónica.

      Dieta para la fatiga crónica

      A pesar de que la nutrición no aparece de forma consolidada como un factor desencadenante en la fatiga crónica, sí que hay evidencia que relaciona a los afectados con intolerancias a nutrientes como el gluten, la lactosa, el azúcar o incluso el alcohol; también se asocian efectos positivos a la suplementación de vitaminas o ciertos nutrientes que puedan aumentar la concentración de antioxidantes y reducir la inflamación de la enfermedad.

      Si existe una intolerancia a determinados nutrientes, la primera vía de actuación es la eliminación de estos y una correcta suplementación si así fuese necesaria. Es importante añadir que no es correcto suplementarse por sí mismos sin la supervisión de un médico y mediante una analítica que demuestre dicha necesidad. La libre suplementación no siempre es lo más adecuado.

      En términos generales, la alimentación que debe seguir una persona con fatiga crónica debe ser una alimentación saludable, basada en alimentos reales o lo mínimamente procesados posibles; priorizando alimentos vegetales, como las frutas o las verduras, y limitando aquellos que tengan un perfil nutricional bajo.

      Alimentos a potenciar en la fatiga crónica

      Como te he comentado en el punto anterior, la dieta debe estar basada en alimentos de calidad. Debe estar enfocada al estilo de la Dieta Mediterránea, donde se incluyan alimentos frescos, locales y de temporada. Aquí te cuento los alimentos que se deben potenciar si existe fatiga crónica.

      Frutas, todas Huevos
      Verduras, todas Lácteos de calidad
      Legumbres Carnes de calidad
      Frutos secos Pescados de calidad
      Cereales integrales de calidad Aceite de oliva virgen extra

      Uno de los objetivos de la dieta es que presente un carácter antiinflamatorio, por lo que es interesante también atender a diferentes puntos:

      • Ácidos grasos omega-3. Tienen un carácter antiinflamatorio muy interesante. Se encuentran en alimentos como el pescado azul o los frutos secos
      • Antioxidantes. Su función es eliminar los radicales libres (sustancias de desecho, por llamarlo de alguna manera). Se encuentran en todas las frutas y verduras
      • Vitamina D. Mediante los alimentos es más complicado llegar a unos límites mínimos de esta vitamina (sólo se encuentra en los huevos, pescado y queso); la principal fuente debe ser el Sol (10 minutos de exposición directa al día debe ser suficiente)
      • Polifenoles. Se puede destacar el papel de las isoflavonas, presentes en el té, la soja, las frutas o las verduras
      • Proteínas y aminoácidos. Su rol destaca en la prevención de pérdida de masa muscular, que acentúan los síntomas de fatiga y reduce la funcionalidad. En la inflamación destaca el rol de aminoácidos como el triptófano, la carnitina o la glutamina.

      También existe una relación positiva entre el consumo de probióticos y la mejora en los síntomas de la fatiga crónica. Las personas con este problema de salud pueden presentar una alteración en la microbiota y el consumo de probióticos ayudaría a su reparación. Los probióticos que se pueden consumir son los yogures, el kéfir, los encurtidos, el miso, el tempeh, el chucrut o la kombucha, entre otros.

      El consumo de todos estos alimentos, en términos generales,  se recomiendan para paliar los síntomas de la fatiga crónica porque ayudan a mejorar el sistema inmunitario, la función muscular y el aumento de la secreción de serotonina.

      Alimentos a evitar en la fatiga crónica

      En términos generales, aquellos productos de mala calidad que tengan un perfil nutricional bajo deben ser eliminados o reducidos lo máximo posible. La razón es porque se está buscando una dieta antiinflamatoria y esta clase de productos hacen justo lo contrario, aumentan la inflamación del organismo. Aquí te dejo una lista de productos que se deben evitar con la fatiga crónica:

      Cualquier bollería Carne procesada – Embutidos, nuggets…
      Snacks Pescados procesados – Surimi, rebozados…
      Salsas comerciales Cereales blancos
      Refrescos y alcohol Lácteos procesados – Natillas, flanes…

      Ejemplo de menú para la fatiga crónica

      En este punto quiero ofrecerte un menú ejemplo para que veas que puede ser muy fácil llevar a cabo una alimentación sana si se padece este problema de salud. Es importante aclarar que este menú no está personalizado en ningún momento y no representa el total de la alimentación que debe llevar a cabo una persona con fatiga crónica. Si necesitas un asesoramiento más personalizado, ponte en contacto conmigo y estaré encantada de ayudarte.

      A continuación, te indico un menú ejemplo para la fatiga crónica.

      Desayuno Café con leche/bebida vegetal + Tostada de pan integral con aguacate y queso fresco
      Almuerzo Puñado de frutos secos
      Comida Lentejas estofadas con verduras al gusto y patata + Fruta
      Merienda Fruta picada con yogur natural y canela
      Cena Salmón al horno con verduras + Fruta