Sara Jiménez » Dietas para problemas Digestivos » Dieta para el hígado graso
El hígado graso es un problema de salud que, en Europa, va en aumento. Se trata de un problema de salud que, en primera instancia, no presenta síntomas pero puede derivar a complicaciones más graves.
La alimentación es clave, tanto para evitarlo como para mejorar su diagnóstico. Aquí te cuento qué dieta es mejor llevar a cabo.
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El hígado graso se trata de un problema de salud caracterizado por una acumulación atípica de grasa en el interior de las células hepáticas, es decir, el hígado.
Se pueden diferenciar dos tipos de hígado graso en consulta. Aquí te hago un pequeño resumen:
De manera general, este problema de salud no tiene síntomas claros y evidentes a primera vista, por lo que en muchas ocasiones dificulta su diagnóstico. Es una afección silenciosa. Sin embargo, de presentar unos síntomas, te los detallo a continuación:
En numerosas ocasiones, el exceso de grasa en el hígado puede actuar como toxina en ciertas personas. Esto puede dar lugar a una inflamación grave conocida como esteatohepatitis no alcohólica, que, sin el tratamiento adecuado, puede derivar en complicaciones mayores debido a la acumulación de tejido graso cicatricial en el hígado.
Como te comento, son de síntomas que, de manera general no se presentan; de presentarse, no significa que todos ellos se manifiesten. Se trata de síntomas generales. Si dudas si puedes o no presentar hígado graso, te recomiendo que acudas a tu médico para que pueda valorarte con mayor exactitud.
En la actualidad, se desconoce el motivo por el cual se acumula más cantidad de grasa en el hígado en unas personas que en otras. Sin embargo, en muchas ocasiones sí que puede existir cierta correlación con padecer otros problemas de salud. Es probable que las principales causas del hígado graso sean las siguientes:
Muchos estudios apuntan a que, estos problemas de salud combinados entre sí, pueden favorecer el depósito de grasa en el hígado.
Esta enfermedad afecta de forma global al 25% de la población. Durante los últimos años ha ido aumentando, especialmente en países como EE.UU, ya que se trata del trastorno hepático más común en dicho país. Por otra parte, existe un incremento de un 20-30% de casos en Europa, siendo la alimentación uno de los factores claves en la prevención de esta enfermedad.
Generalmente, la calidad de la dieta occidental que se consume actualmente (cargada de productos ultraprocesados) aumenta de manera considerable la adiposidad visceral, es decir, que aumenta la acumulación de grasa en el hígado y, si este tipo de estilo de vida no se corrige, aumenta la probabilidad de producirse el hígado graso no alcohólico que te he comentado anteriormente.
Dependiendo del tipo de problema de salud que presente la persona, el tratamiento podrá ir enfocado de una manera u otra.
Si se presenta hígado graso no alcohólico, una de las opciones más viables es la de cambios en el estilo de vida, es decir, alimentación saludable y la práctica de ejercicio físico (siempre adaptado a las necesidades de cada persona). Si fuese necesario, también es importante bajar de peso. Actualmente, no existen tratamientos farmacológicos que hayan sido aprobados para el tratamiento de esta patología, sin embargo, se está investigando sobre la posible actuación de la vitamina E y de un fármaco empleado en el tratamiento para la diabetes que podrían aportar beneficios en esta enfermedad. Pero como te comento, actualmente no existe un tratamiento farmacológico específico y esto requiere, por el momento, mucha más evidencia científica.
En cambio, si lo que se padece es el hígado graso alcohólico, evidentemente, la primera vía de actuación debe ser dejar de consumir esta sustancia. Si no se cesa el consumo de alcohol, la persona puede llegar a morir.
Ambas patologías, independientemente del consumo de alcohol o no, pueden conducir a cirrosis hepática, la cual puede dar lugar a una a una insuficiencia hepática, siendo necesario recurrir a un trasplante de hígado.
Como te he comentado antes, el estilo de vida es fundamental para tratar el hígado graso en las personas, y la alimentación forma parte de ese estilo de vida. En este punto quiero hablarte de cómo llevar una alimentación correcta si padeces este problema de salud.
Es importante anotar que, como con cualquier patología, el tratamiento nutricional debe ser personalizado puesto que no todas las personas tienen las mismas necesidades. En el caso de querer o necesitar bajar de peso, tras la valoración del nutricionista y en términos generales, se debe llevar a cabo una dieta hipocalórica para reducir peso.
Como te he comentado anteriormente, es clave saber identificar qué tipo de hígado graso se presenta para que el abordaje dietético sea uno u otro. Pero en términos generales, la alimentación que debe llevar una persona que padece este problema de salud debe estar integrada por alimentos reales y mínimamente procesados posible. Se debe priorizar una dieta tipo Mediterránea para asegurar el aporte de todos los nutrientes necesarios.
En esta tabla te muestro los alimentos a potenciar con el hígado graso:
Frutas, cualquiera | Pescados, potenciando el azul |
Verduras y hortalizas, cualquieras | Carnes, potenciando la blanca |
Legumbres | Huevos |
Cereales integrales de calidad | Aceite de oliva virgen extra |
Frutos secos, naturales o tostados | Lácteos, mejor si son fermentados |
Uno de los objetivos es aumentar el consumo de omega-3, por lo que es recomendado potenciar el consumo de pescados azules o de frutos secos. Las frutas, verduras y hortalizas son muy importantes por el carácter antioxidante que tiene; también se ha demostrado que el consumo de vitamina C y vitamina B12 ayuda en la disminución de la inflamación hepática.
Como has podido ver a lo largo del post, la alimentación influye de manera notoria en la mejora o no de este problema de salud, por lo que es importante saber qué tipos de alimentos o productos es recomendado no consumir. En el punto anterior has visto que se debe priorizar la calidad de lo que se come, por lo que aquellos productos que tengan un perfil nutricional bajo o pésimo es mejor no incluirlos.
En esta tabla te resumo los alimentos a evitar con el hígado graso:
Productos ultraprocesados | Salsas comerciales |
Cualquier clase de bollería | Snacks |
Embutidos | Bebidas azucaradas |
Precocinados | Alcohol |
Cuando se habla de productos precocinados o ultraprocesados se hace referencia a aquellos productos de mala calidad tipo nuggets de pollo, pescados rebozados y congelados, surimis, hamburguesas empaquetadas, etc… su perfil nutricional es muy pobre y sólo empeora la evolución de la persona con hígado graso.
En este punto quiero ofrecerte un menú ejemplo para que veas que sí es fácil llevar una alimentación saludable si se padece este problema de salud. Es importante remarcar que se trata de un ejemplo y en ningún caso está personalizado ni representa el total de la alimentación que se debe llevar; únicamente se trata de un ejemplo. Si necesitas ayuda con tu alimentación, ponte en contacto conmigo, estaré encantada de ayudarte.
Desayuno | Vaso de bebida vegetal + Yogur natural con fruta picada |
Almuerzo | Puñado de frutos secos natural/tostados |
Comida | Lentejas estofadas con verduras al gusto y patata + Fruta |
Merienda | Tosta de aguacate y tomate + Infusión |
Cena | Lenguado a la plancha con menestra de verduras + Fruta |