Anorexia nerviosa

Anorexia nerviosa

La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que viene acompañado por purgas, como el vómito o las lesiones.

El tratamiento nutricional es fundamental para restaurar los hábitos saludables de alimentación y conseguir remitir el problema junto con otros profesionales sanitarios.

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      ¿Qué es la anorexia nerviosa?

      La anorexia nerviosa, conocida también por sus siglas AN, es un trastorno de la conducta alimentaria prolongado en el tiempo que se manifiesta a través de alteraciones psicológicas de la persona y su relación con la comida. En estas personas se manifiesta de manera notoria una desnutrición proteico-calórica, es decir, en la mayoría de casos existe un déficit de calorías ingeridas, al igual que de proteínas. Este problema de salud suele tener una mayor prevalencia en mujeres, pero existen también muchos casos en hombres.

      Debido a la gravedad de la enfermedad, la anorexia nerviosa requiere ser tratada de forma interdisciplinar, siendo el papel del psicólogo fundamental para conseguir los resultados esperados. La supervisión de los aspectos nutricionales debe ser llevado a cabo por un dietista-nutricionista.

      Existe un subtipo denominado anorexia purgativa en la cual, tras la ingesta de cualquier alimento, se produce un comportamiento de purga (vómito, uso inadecuado de laxantes, diuréticos o enema, lesiones…). También puede existir una anorexia restrictiva en la que la ingesta de comida al cabo del día es prácticamente nula.

      La culpa de este problema no es la comida. La anorexia es una consecuencia de muchos problemas que debe lidiar la persona. Están presentes la ansiedad, el miedo extremo a engordar, la autoexigencia, la insatisfacción personal…comportamiento en anorexia

      ¿Cómo detectar a una persona con anorexia nerviosa?

      En muchas ocasiones puede resultar complicado detectar este tipo de problemas porque las personas tienden a utilizar excusas o mentiras para intentar ocultarla. Por ello, es muy importante que los familiares sean observadores y recurran a un profesional de la salud cualificado si sospechan de algunos síntomas.

      Las características principales que presentan las personas que padecen anorexia nerviosa, por norma general, te las cuento en los siguientes puntos.

      Peso

      La disminución significativa del peso es uno de los principales signos de alerta para detectar a una persona con anorexia. Esta pérdida de peso es a causa de una restricción muy severa de las calorías ingeridas.

      Aunque a la gran mayoría de dietista-nutricionistas no nos gusta utilizar únicamente el IMC como marcador para valorar un buen peso corporal, este parámetro puede ser una buena estrategia para comprobarlo en estos casos. Además de estos parámetros, el porcentaje de grasa y músculo o los perímetros de cintura y de cadera son también buenos medidores para determinar si una persona sufre anorexia.

      El IMC para una persona con anorexia se clasifica en los siguientes parámetros:

      • Anorexia leve: IMC mayor 17
      • Anorexia moderada: IMC entre 16-17
      • Anorexia grave: IMC entre 15-16
      • Anorexia extrema: IMC menor a 15

      De manera general, la persona que sufre un trastorno de la conducta alimentaria como la anorexia, presenta un miedo intenso a ganar peso, aún cuando se encuentra en un peso muy bajo. Está presente una alteración de la imagen corporal y de manera general, las personas con anorexia suelen autoevaluarse continuamente.

      Desnutrición

      Además de los parámetros de peso, una persona con anorexia puede sufrir desnutrición. No se debe confundir con malnutrición. La malnutrición es comer de manera inadecuada, de forma no saludable y con una dieta de mala calidad. En cambio, la desnutrición está causada por una ingesta insuficiente de nutrientes.

      Esta desnutrición puede darse de manera primaria (por falta de nutrientes) o puede ser secundaria, en la que se altera la ingesta de comida, así como la deglución, la digestión o la absorción de nutrientes. En la mayoría de casos de anorexia, la desnutrición es a causa de la falta de la ingesta de nutrientes.

      El no consumir alimentos lleva a una desaparición del apetito y, con ello, a comer menos cantidad de comida cada vez. Esto es a causa de la lipólisis y a la aparición de cuerpos cetónicos en el organismo.

      Cambios en el comportamiento

      Las personas con anorexia suelen presentar cambios en el comportamiento. Pueden pasar de ser unas personas con una actividad cotidiana buena a ser personas con apatía o astenia. Se trata, fisiológicamente hablando, de un ahorro de energía corporal; la persona se encuentra sin energía (a causa de la poca ingesta calórica) y no puede moverse o mantener el ritmo de vida que llevaba antes.

      De manera general, estas personas tiene sensación de frió continua porque se ha reducido su tasa metabólica, por lo que se produce menos cantidad de calor y, además, no presentan mucho porcentaje de grasa.cambios de humor en tca

      Desaparición de la menstruación

      En el caso de las mujeres, el periodo suele desaparecer. Esto es lo que se conoce como amenorrea. Esto es debido a que, por falta de energía, el cuerpo cree prescindible gastar energía para llevar a cabo la ovulación, el sangrado, etc… Prefiere ahorrar energía para las funciones vitales que sí son imprescindibles (respirar, el funcionamiento del corazón…).

      Síntomas en la piel

      La piel es otro reflejo de la situación que pueden llegar a pasar estas personas. Si existe una hipoalbuminemia (niveles de albúmina bajos), suelen aparecer edemas (hinchazón). Además, se puede presentar también acrocianosis (problema cardiovascular) en las que se encuentran moradas las manos, las uñas o los labios.

      También se suele presentar la piel seca o deshidratada.

      Otros síntomas

      Además de estos aspectos generales, si la anorexia se da en niños pequeños, se produce una detención del crecimiento o el ritmo de crecimiento es muy lento.

      Consecuencias fisiológicas de la anorexia nerviosa

      La mayoría de las complicaciones que encontramos en esta patología son derivadas de la situación de desnutrición que se produce. Aquí te cuento algunas de las consecuencias más características de la anorexia nerviosa:

      • Arritmias cardiacas como consecuencia de la disminución de la masa muscular cardíaca así como la disminución del grosor de las paredes del corazón
      • Osteoporosis (pérdida de hueso) debido a la reducción en la ingesta de calcio, así como por déficit de estrógeno (hormona sexual femenina) lo que dará lugar a una amenorrea
      • Aumento de cortisol (principal hormona catabólica/destructora del organismo)
      • Deshidratación como consecuencia de la disminución en la ingesta de agua y por la pérdida electrolitos con el vómito
      • Anemia, bien por carencia de vitamina B12, por ácido fólico o por hierro.
      • A nivel digestivo se produce un mayor enlentecimiento del vaciado de los alimentos en el estómago, producido por pérdida de tono muscular de las mucosas.

      Tratamiento nutricional en la anorexia nerviosa

      El dietista-nutricionista debe ser el encargado de llevar a cabo el tratamiento nutricional de la persona. Este profesional sanitario debe trabajar en conjunto con otros profesionales cualificados para esta clase de casos, como lo son los psicólogos, los psiquiatras, los médicos, los enfermeros…

      El tratamiento nutricional debe instaurarse desde el primer momento (atención primaria), siendo el objetivo principal la normalización del peso corporal y la creación de hábitos de alimentación saludables.

      De esta forma se recomienda la alimentación oral, de forma progresiva e individualizada, y sólo siendo complementada por alimentación artificial y suplementación en casos muy específicos (complicaciones médicas o psiquiátricas).

      Durante el tratamiento nutricional una de las principales complicaciones es el síndrome de realimentación que aparece como consecuencia de la introducción de alimentación en personas que padecen desnutrición. Este síndrome es un conjunto de alteraciones metabólicas y electrolíticas que se producen por una rápida introducción de los alimentos. De esta forma, cobran especial importancia tanto una detección temprana de este problema, como un seguimiento adecuado tras la intervención nutricional y la recuperación del peso.tratamiento nutricional anorexia

      Cuando la persona se encuentran por debajo del 75% del peso ideal para su sexo, edad y talla, se presenta un IMC menor a 14 y la masa grasa por debajo de los cuatro kilos se debe hospitalizar inmediatamente.

      El tratamiento nutricional debe comenzar con ingestas bajas de calorías (500-700 kcal/día) controlando la ingesta de líquidos, de vitaminas y de minerales, siendo esta realimentación progresiva y ponderal. Tras unas 2-3 semanas de ganancia de peso progresiva se debe aumentar las calorías de la comida hasta restablecer valores entre 2000-2500 kcal, para una mayor ganancia de peso posterior. Ganancias de peso muy rápidas se asocian con una posterior recaída de pérdida de peso tras el tratamiento nutricional, por lo que esta reintroducción alimentaria se debe hacer muy paulatinamente y siempre atendiendo a la reacción de cada persona. El tratamiento en estos casos debe ser personalizado al 100%.

      Suplementos nutricionales en la AN

      La utilización de suplementos hipercalóricos puede ser efectiva en la primera parte del tratamiento, cuando los requerimientos nutricionales por parte de la comida son escasos, pero el objetivo final debe ser instaurar una alimentación normal y saludable en la que, gracias a la comida, se consigan los niveles óptimos de nutrientes.

      La suplementación también debe ser personalizada en cada caso. Como te comento en el párrafo anterior, los suplementos suelen ser buena opción al comienzo del tratamiento. Si existe un rechazo a la ingesta de lácteos o alimentos ricos en calcio y existe poca exposición solar, es una buena estrategia suplementar el calcio y la vitamina D.

      También es interesante suplementar el hierro y el zinc en personas vegetarianas.

      La alimentación enteral, es decir, la nutrición artificial, debería ser un último recurso puesto que la alimentación normal proporciona habilidades, conductas y estrategias psicosociales que no se promueven con la alimentación enteral.

      Tiene especial importancia el seguimiento posterior a la recuperación de un peso normal y a la adquisición de unos hábitos de vida saludables. Por ello, el papel del dietista-nutricionista no debe finalizar.

      Ayuda profesional en la AN

      Si sufres anorexia nerviosa, no pienses que estás solo/a, existen muchas personas que pueden ayudarte: familia, amigos, profesionales sanitarios… No te escondas y pide ayuda porque las mejoras son notorias, y la satisfacción de haberlo hecho, enorme.