Sara Jiménez » Dietas para Endocrino y Metabólico » ¿Cómo disminuir la hemoglobina glicosilada?
La hemoglobina glicosilada es un parámetro que se vigila bastante cuando existe una prediabetes o una diabetes y se hace mediante una analítica de sangre.
Pero es importante cuidar el aspecto nutricional con una dieta para conseguir disminuir los niveles de esta y evitar el factor riesgo de la diabetes.
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Técnicamente hablando, la hemoglobina glicosilada es una heteroproteína presente en la sangre; es la unión de la hemoglobina y glúcidos. También se le conoce con el valor HbA1c o hemoglobina A1c en los valores de las analíticas.
Se utiliza tanto para diagnosticar la diabetes como para identificar a personas con riesgo de desarrollarla. Además, es un parámetro que se utiliza de manera regular para el control del tratamiento de la diabetes, puesto que aporta información sobre el rango en el que se ha movido la glucosa en los últimos 2-3 meses.
Para determinar la hemoglobina glicosilada es necesario una muestra de sangre, por lo que mediante una analítica de sangre común se puede conseguir.
Unos niveles óptimos de hemoglobina glicosilada indican un buen control de la diabetes.
En una persona que no padece diabetes y tiene unos niveles de glucemia dentro de lo establecido como normal, la hemoglobina glicosilada debe estar por debajo de 5,7%. Sin embargo, una hemoglobina glicosilada mayor o igual a 6,5% es indicativo de que la glucosa en sangre está elevada y la persona presenta una diabetes. Los valores intermedios pueden indicar la presencia de prediabetes. En este caso, es primordial poner especial hincapié a los hábitos de vida y tratar de cambiarlos para no desarrollar una diabetes en el futuro.
En aquellos pacientes con diabetes ya diagnosticada, se aconseja que la hemoglobina glicosilada esté por debajo del 7% para reducir las complicaciones relacionadas con este problema de salud, como por ejemplo las enfermedades cardiovasculares.
La única manera de saber si la hemoglobina glicosilada está elevada es mediante una analítica de sangre, pautada por el médico de cabecera o el endocrino. Sin embargo, hay síntomas que pueden indicar que existe una glucemia elevada, lo que haría sospechar también de los niveles de hemoglobina glicosilada. Los síntomas más frecuentes de una glucosa elevada son los siguientes:
Existen diferentes factores que pueden ayudar a controlar los niveles de hemoglobina glicosilada en el organismo. Estos factores son generales y no están personalizados a ninguna persona, pero de manera general, es importante tener ciertos aspectos en cuenta para mantener, no sólo la hemoglobina glicosilada en buenos niveles, si no también la glucosa:
En este punto quiero oferte darte los tips o pautas que se debe llevar a cabo para conseguir reducir los niveles de hemoglobina glicosilada si estos están elevados. Si necesitas ayuda con la planificación o tienes cualquier duda, ponte en contacto conmigo, estaré encantada de ayudarte.
La alimentación, en términos generales, debe estar compuesta por alimentos saludables y lo mínimamente procesados posible. Además, también es importante vigilar el método de cocinado de los alimentos, priorizando aquellos métodos que mantengan las propiedades nutricionales de los alimentos como pueden ser el vapor, horno, plancha o cocción, evitando así cualquier clase de frituras.
Como te he contado, la alimentación debe estar formada por alimentos saludables, pero también es importante atender a la frecuencia de consumo de estos para poder estructurar una dieta sana. En esta tabla, te muestro los alimentos más recomendados para bajar los niveles de hemoglobina glicosilada:
Frutas, todas | Carne blanca, de calidad |
Verduras y hortalizas, todas | Pescado, de calidad |
Legumbres | Lácteos (se excluyen postres lácteos) |
Frutos secos, naturales o tostados | Semillas |
Semillas | Aceite de oliva virgen extra |
Cuando se habla de carne o pescado de calidad, se excluyen aquellos alimentos procesados tipo nuggets de pollo, palitos de cangrejo rebozados, surimi, etc… Son productos que tienen un perfil nutricional pésimo que, además de no favorecer a la hemoglobina glicosilada ni a la glucosa, aumentan también el riesgo de padecer otros problemas de salud, como hipertensión, colesterol elevado, obesidad (y todo lo que conlleva la obesidad), etc…
He querido crear este punto porque, aunque existan alimentos que son saludables y que no suponen un riesgo para la salud de la persona que tiene la hemoglobina elevada, es aconsejado reducir un poco su consumo.
En cuanto a los alimentos ricos en almidón es interesante que se reduzca su consumo, ya que este almidón se convierte más rápido en glucosa, elevando esta en sangre. Estos alimentos ricos en almidón son la patata, el boniato, la chirivía, la calabaza o los cereales, entre otros. Como te comento, no es necesario ni obligatorio eliminarlos completamente de la dieta, pero sí consumirlos con cierta moderación.
Por eso, en cada tratamiento nutricional, es muy importante la personalización de cada comida porque el nutricionista sabe exactamente qué tipo de alimentos se puede adecuar a cada persona, haciéndole partícipe y ayudándole en cada momento hasta conseguir sus objetivos.
Por el contrario, existen ciertos alimentos o productos procesados que es mejor evitar si se tiene la hemoglobina glicosilada elevada. El motivo es porque aumentan de manera considerable los niveles de glucosa en sangre, empeorando todo el cuadro clínico de la persona. De manera general, son productos de muy mala calidad nutricional que no sólo no están recomendados evitar en personas que padecen este problema de salud, si no a todo el mundo.
A continuación te indico los alimentos a evitar con la hemoglobina glicosilada elevada:
Cereales de desayuno | Yogures de sabores |
Cualquier clase de bollería | Caramelos |
Cereales blancos (pasta, arroz, pan…) | Refrescos |
Frutas deshidratadas | Helados |
En ocasiones se oye que los pacientes con diabetes no deberían consumir fruta para controlar la glucemia, y por ende, la hemoglobina glicosilada. Esto se trata de uno de los mayores mitos extendidos en el mundo de la nutrición, y como te comento, es un mito y te voy a explicar el motivo.
En realidad, la fruta es un alimento muy nutritivo que no se debería evitar. Es cierto que contienen azúcares, pero no son azucares libres (que son los que sí se deben evitar) sino azúcares intrínsecos que forman parte de una matriz compleja que incluye otros nutrientes como las vitaminas, los minerales o la fibra.
Cuando se consume azúcar libre, esta pasa a la sangre de una manera muy veloz, provocando un pico o subida de glucosa en sangre. Esto, a largo plazo, puede provocar una descompensación en la hemoglobina glicosilada y provocar una diabetes.
En el caso de la fruta, como te he comentado, tiene otros nutrientes presentes en su composición que la hacen perfecta, entre ellos, la fibra. El papel de la fibra, además de ayudar a ir mejor al baño, es regular la entrada de glucosa en sangre. ¿Qué quiere decir esto? Pues que la fibra hace que el azúcar de la fruta pase a la sangre de una manera mucho más paulatina, poco a poco, manteniendo los niveles de esta estables y no provocando una subida rápida y elevada de glucosa. Por ello, una persona con diabetes o con la hemoglobina glicosilada elevada, puede consumir sin problemas cualquier tipo de fruta.
Lo que sí es muy importante, es la forma en la que se consume la fruta. La fruta entera aporta la fibra necesaria para que la glucosa pase a la sangre más lentamente, pero la fruta en zumo no. La fruta exprimida, aunque se haya exprimido en casa, hace que el azúcar de la misma se libere porque se deja la fibra en el exprimidor (la fibra es la pulpa). Al no tener a nadie que frene la entrada de glucosa en la sangre, esta entra muy veloz, provocando un pico de glucosa que no es recomendado.
Por ello, es más aconsejable el consumo de fruta entera antes que en formato de zumo; además, la fruta a bocados tiene también un efecto saciante, lo que hará comer menos cantidad.