En muchas ocasiones, no se presta la suficiente atención en las prácticas de la cocina y esta puede suponer un riesgo para la salud. En este post quiero hablarte de la contaminación cruzada, un riesgo que pasa desapercibido y que es muy fácil de evitar.
Con unas buenas prácticas, nos podemos ahorrar muchos problemas digestivos.
La contaminación cruzada se da cuando los microorganismos de un alimento se transfieren a otro alimento diferente a través del contacto, de los utensilios o de una mala manipulación; generalmente son bacterias o alérgenos.
Este suceso es una de las preocupaciones más importantes del sector alimentario ya que puede tener diferentes consecuencias para la salud.
De manera general suele producirse por la presencia de bacterias o alérgenos (como por ejemplo el gluten), pero la contaminación también existe cuando se encuentran pelos, uñas o plásticos en la comida.
Con una correcta manipulación de los alimentos, junto con una buena higiene, se consigue evitar esta contaminación cruzada en el 100% de los casos.
Dependiendo de cómo se transfieran los microorganismos, se pueden diferenciar distintos tipos de contaminación. En este punto te cuento los tipos de contaminación cruzada que existen.
Suele ocurrir cuando dos alimentos diferentes entre sí entran en contacto. Cuando esto sucede, los microorganismo de un alimento pasan al otro y, si se consumen, pueden provocar problemas gastrointestinales.
Este tipo de contaminación es muy común en las cocinas porque, de manera general, no se presta atención en separar correctamente los alimentos distintos a la hora de guardarlos o de cocinarlos.
Este tipo de contaminación se produce por una mala práctica dentro de la cocina. Se da cuando se utiliza el mismo utensilio de cocina para manipular distintos alimentos entre sí, por ejemplo, cortar en la misma tabla el pollo y después un poco de queso. Se suele emplear la misma tabla para cortar, el mismo cuchillo, el mismo tenedor…
Lo más recomendado es utilizar una tabla de cortar distinta para cada alimento; lo mismo ocurre con los utensilios de cocina, como el cuchillo, que se debe cambiar o limpiar muy bien, siempre que se vaya a manipular otro alimento diferente.
Por último, este tipo de contaminación se produce por una mala higiene de la persona que manipula los alimentos. Se debe a que los microorganismos presentes en las manos pasan al alimento que se está manipulando, por lo que la higiene en la cocina es fundamental. Lavarse las manos con jabón antes de cocinar es fundamental, al igual que lavárselas si se van a manipular alimentos distintos.
Existen muchos peligros ocasionados por la contaminación cruzada y estos dependerán de si la persona contaminada presenta o no algún tipo de intolerancia o alergia.
En términos generales, consumir un alimento que ha estado expuesto a una contaminación puede suponer un riesgo a nivel digestivo, es decir, puede provocar una intoxicación alimentaria y que aparezcan síntomas como los vómitos, diarrea, fiebre, escalofríos o malestar general.
Si existe presencia de un alérgeno y la persona es intolerante o tiene alergia, los síntomas pueden ser más graves, llegando incluso a un shock anafiláctico. Otras consecuencias menos leves pueden ser urticarias, picazón en la lengua o inflamación del cuerpo. Si la persona presenta intolerancia, los síntomas estarán relacionados con el sistema digestivo, como diarrea, gases, hinchazón…
Si se ha consumido algún alimento contaminado y hay sospecha de que pueda haber una intoxicación alimentaria, lo más recomendado es acudir al médico para que lo valore y ponga el tratamiento adecuado para la persona.
Por ello, es muy importante prestar atención cuando se cocina en casa. No es cuestión de tener miedo a cocinar, si no de ser precavidos y llevar a cabo buenas prácticas cuando se manipulen los alimentos. Con esto, podremos ahorrarnos muchos problemas de salud.
Como te he comentado a lo largo de este post, es clave tener unas buenas prácticas en la cocina para evitar que exista cualquier tipo de contaminación, y más cuando en casa hay alguna persona con algún tipo de intolerancia o alergia.
En este punto quiero contarte distintos tips que te ayudarán a evitar la contaminación cruzada en tu cocina:
Son hábitos obvios y muy simples que, si se incorporan en el día a día, se pueden evitar problemas de salud.
Especialista en Alimentación Personalizada y Educación Nutricional
Sara Jiménez Huertas Dietista - Nutricionista
Sara ¡qué artículo tan necesario! La contaminación cruzada es un tema fundamental en la cocina, y muchas veces no le damos la importancia que merece. Me gustó mucho que explicaras la diferencia entre la contaminación directa e indirecta, porque suele generar confusión. Como nutricionista, siempre hago hincapié en la higiene al manipular alimentos, no solo por las intolerancias o alergias, sino por la salud de todos. Y un detalle que añadiría: ¡ojo con los paños de cocina! Son un foco de bacterias si no se cambian a menudo. ¡Gracias por la información!
Ángela Atilano
https://angelaatilano.co/