Sara Jiménez » Dietas para problemas Digestivos » Dieta pobre en residuos
Esta dieta prepara el sistema digestivo para evitar que trabaje en exceso y ayuda a disminuir el volumen de las heces al restringir el consumo de fibra.
En la gran mayoría de casos, se trata de un tratamiento dietoterápico, es decir, es un tipo de dieta que tiene un principio y un fin. En casos puntuales, debido a un problema de salud, lo más recomendado es reducir el contenido de residuos en la dieta de manera permanente.
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Para entender qué es una dieta baja o pobre en residuos es importante, antes de nada, entender qué son los residuos.
El residuo es todo material (resto de un alimento) que no se ha absorbido por el organismo y, por lo tanto, sigue presente en el intestino tras la digestión. Los residuos aumentan el volumen fecal al no ser digeridos en el tracto intestinal. Un ejemplo de residuo sería la fibra de los alimentos.
El contenido de residuos en los alimentos puede ser muy variado y depende, en muchas ocasiones, de otros factores como el tipo de cocinado o la textura del alimento.
Por lo tanto, la dieta baja en residuos se centra en la restricción de todo alimento que genere más cantidad de residuos en el organismo.
El principal objetivo de este tipo de dietas es reducir al máximo el volumen fecal.
Cada situación en la que se paute este tipo de dieta puede ser diferente y siempre se debe adaptar a la persona. En algunos casos, este tipo de dieta es necesaria porque existe un estrechamiento del tacto digestivo (estenosis), donde existe un riesgo elevado de oclusión intestinal, es decir, cuando puede existir un bloqueo que impide a las heces avanzar correctamente. El principal objetivo es que el sistema digestivo no trabaje en exceso y le resulte más fácil llevar a cabo los movimientos intestinales.
Por ello, la dieta pobre en residuos se recomienda cuando existen:
Es importante destacar que, aunque se trata de una dieta saludable y que tiene un objetivo de mejora de salud, es una dieta que restringe muchos grupos de alimentos saludables y puede desencadenar una deficiencia nutricional; por ello, es muy importante que siempre esté supervisada por un dietista-nutricionista especializado.
No se debe confundir la dieta baja en residuos con la dieta pobre en fibra, son dos tratamientos nutricionales diferentes, aunque comparten similitudes.
Los alimentos ricos en fibra son aquellos que producen mayor cantidad de residuos. La fibra es un tipo de carbohidrato de origen vegetal resistente a la hidrólisis de las enzimas digestivas. Podemos diferenciar dos tipos de fibra:
La fibra insoluble es la que debemos evitar en una dieta baja en fibra, ya que el principal objetivo de esta dieta es disminuir la velocidad del tránsito intestinal en casos como la diarrea, por ejemplo. En cambio, en la dieta pobre en residuos se pretende restringir todo tipo de fibra, tanto la soluble como la insoluble, disminuyendo volumen fecal y la rapidez de la digestión.
Como te he mencionado anteriormente, este tipo de tratamiento nutricional consiste en la restricción de alimentos que generen mayor cantidad de residuos. De esta forma, se consigue disminuir el volumen fecal y se genera una digestión más lenta, y como consecuencia, unas heces más pequeñas.
En términos generales, la cantidad recomendada de consumo de fibra para una persona sana es de 25-38 gramos al día. En una dieta pobre en residuos es recomendable no consumir más de 10-15 gramos de fibra al día.
Se trata, como te he comentado antes, de un tratamiento nutricional que debe estar supervisado por un dietista-nutricionista, ya que se pueden presentar déficits nutricionales como la vitamina C o el ácido fólico. Además, también se pueden producir cambios en la microbiota intestinal.
En este punto quiero contarte, de manera resumida, cómo se debe organizar una dieta baja en residuos y qué alimentos son más interesantes consumir.
Los alimentos que se deben potenciar dentro de una dieta baja en residuos son aquellos que tienen muy poca (o casi nula) cantidad de fibra. Otra característica que tienen que tener es que estos sean fácilmente digeribles. A continuación, te cuento qué alimentos a potenciar se deben incluir en una dieta pobre en residuos:
Cereales blancos (pan, pasta, arroz…) | Huevos |
Tubérculos (patata, boniato) | Lácteos de calidad (queso, yogur natural, leche) |
Carnes blancas de buena calidad | Verduras, siempre cocinadas y peladas |
Pescados de buena calidad | Frutas con menos cantidad de fibra (plátano, melón, sandía…) |
Cuando se habla de carnes y pescados de calidad no se hace referencia a los productos ultraprocesados que se encuentran en el supermercado, como los nuggets de pollo, pescados rebozados, embutidos, salchichas, etc… Al igual ocurre con los lácteos de calidad, no se hace referencia a los postres lácteos, como natillas, flanes, yogures de sabores, etc…
Al contrario que en el punto anterior, cuando se debe llevar a cabo una dieta pobre en residuos se debe reducir el consumo de alimentos que sean muy ricos en fibra y que, por ende, aumenten el volumen fecal. A continuación te cuento los alimentos que debes evitar en la dieta pobre en residuos:
Frutas crudas y con piel | Cereales integrales (arroz, pan, pasta…) |
Verduras crudas y con piel | Embutidos y carne procesada de mala calidad |
Frutos secos y semillas | Cualquier clase de bollería |
Legumbres | Refrescos y cualquier bebida alcohólica |
En este punto quiero ofrecerte unas pequeñas recomendaciones para que este tipo de dieta sea más fácil de llevar a cabo.
En este punto quiero ofrecerte un menú ejemplo de una dieta baja en residuos. Es importante remarcar que se trata de un ejemplo, en ningún momento está personalizado ni representa el total de la alimentación que debe llevar una persona con este tipo de dieta. Si necesitas ayuda con tu alimentación, ponte en contacto conmigo, estaré encantada de ayudarte.
Desayuno | Vaso de leche semidesnatada con miel y copos de maíz sin azúcar |
Snack | Plátano + Tostada de pan blanco con aguacate y jamón cocido extra |
Comida | Ensalada de pasta con atún al natural, huevo cocido, aceitunas, zanahoria, tomate y queso fresco + Yogur natural |
Cena | Merluza al horno con boniato, calabaza y cebolla + Plátano asado |