¿Qué es la gordofobia?

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La gordofobia se define como el rechazo y discriminación hacia las personas con sobrepeso u obesidad.

Todo tipo de comentario o acto que discrimine, manifieste odio, rechace, infravalore, excluya o humille a las personas con sobrepeso u obesidad, es gordofobia. En este concepto, entra también en juego los prejuicios y la educación de las personas. En la gran mayoría de ocasiones, se juzga a una persona únicamente por su IMC, pero es importante anotar que aunque el IMC de una persona indique obesidad, esto no quiere decir que la persona sea menos válida para una determinada acción.

En este post quiero hablarte un poco sobre la gordofobia y cómo un dietista-nutricionista puede ayudar para combatirla.

Hablemos primero de datos…

Para definir el sobrepeso y la obesidad normalmente se recurre al índice de masa corporal (IMC). Un ratio por encima de 25 se considera sobrepeso y por encima de 30 se considera obesidad. El IMC tiene limitaciones, pues no tiene en cuenta la composición corporal de la persona. El músculo pesa más que la grasa, por lo que hay personas con un elevado porcentaje de masa muscular cuyo IMC puede ser superior a 25 y no ser consideradas como personas obesas.

La obesidad es un tema que preocupa a las autoridades sanitarias porque la prevalencia va en aumento. En 2016, un 40% de la población mundial tenía sobrepeso. Además, esto afecta cada vez más a la población infantil.

La OMS no clasifica la obesidad como una enfermedad en sí misma, pero sí que ha pasado a considerarla como un factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, como diabetes, enfermedades cardiovasculares, diferentes tipos de cáncer o enfermedades respiratorias.

Estas enfermedades se pueden prevenir en la mayoría de los casos, y en muchas ocasiones, con un cambio en el estilo de vida, se pueden revertir. Por ello, conviene vigilar el peso y acudir a un profesional de la salud para investigar las causas, especialmente cuando afecta a niños, para prevenir patologías futuras.

Pero que un dietista-nutricionista promueva hábitos de vida saludable hacia una persona no significa que tenga conductas gordofóbicas. El único objetivo de este profesional es la salud de sus pacientes, independientemente de su peso. Que un nutricionista quiera que su paciente mejore sus hábitos no quiere decir que lo esté discriminando ni haciéndole ser menos persona. Su objetivo es la salud.

¿Realmente existe la gordofobia en la sociedad?

Hoy en día se está intentando crear una sociedad donde predomine el respeto hacia los demás, pero esto no quiere decir que sigan existiendo personas con prejuicios que juzguen a los demás por su aspecto físico. Este cambio es un proceso lento. Como te he comentado en el punto anterior… a la vez que es necesario fomentar la adquisición de hábitos de vida saludables para reducir el sobrepeso y prevenir enfermedades, se debe luchar contra problemas sociales como la gordofobia, que se ha instalado en la sociedad moderna.

Este fenómeno afecta a la salud mental y emocional de quienes la experimentan y se manifiesta en diferentes contextos.

Estigmatización en el ámbito médico

Los profesionales de la salud pueden estigmatizar a las personas con sobrepeso, lo que afecta negativamente a la calidad de la atención médica que reciben. En muchas ocasiones, la justificación de muchos médicos sobre algunos problemas de salud es el peso, recriminan que el dolor que puedan tener en un ojo, por ejemplo, es por culpa del peso.

Es importante destacar que la obesidad no siempre se correlaciona directamente con problemas de salud y algunas personas con sobrepeso u obesidad pueden tener marcadores de salud dentro de los rangos normales. Antes de hacer un juicio sobre un problema de salud se debe tener en cuenta muchos otros factores, no sólo el peso de la persona.

Estigmatización en los medios de comunicación

La representación de cuerpos delgados como el estándar de belleza puede llevar a la exclusión y marginación de aquellos que no se ajustan a este ideal. Las campañas publicitarias y las imágenes en los medios de comunicación a menudo refuerzan estereotipos negativos, perpetuando el binomio belleza-delgadez.

Las personas con cuerpos considerados no normativos enfrentan juicios y prejuicios que afectan a su bienestar emocional, lo que puede llevar a una mala relación con la comida y derivar en trastornos de la conducta alimentaria.

Discriminación en la industria de la moda y textil

Las personas con tallas grandes tienen dificultades para encontrar ropa de su talla en las cadenas de distribución. Estas dirigen su producción hacia el público de tallas intermedias y, con ello, contribuyen al fomento de un ideal de belleza basado en el tamaño de un cuerpo que no tiene en cuenta otros factores.

Discriminación laboral y socioeconómica

La gordofobia también se manifiesta en el ámbito laboral y socioeconómico. Las personas con sobrepeso sufren en ocasiones prejuicios sobre su carácter, su valía y su desempeño en base al número de la báscula, lo que puede limitar sus posibilidades en la búsqueda de empleo y en la promoción laboral.

Bullying y estigma en el ámbito educativo

Los niños y adolescentes con sobrepeso a menudo son el blanco de burlas y acoso por parte de sus compañeros, lo que puede tener consecuencias graves para su autoestima y desarrollo emocional.

¿Cómo afecta la gordofobia a las personas?

Muchas veces se piensa que las personas con un IMC alto están así porque quieren, que les falta fuerza de voluntad, pero no siempre es este el caso.

La salud mental juega un papel importante en todo lo relacionado con la gordofobia. Si las personas con obesidad no presentan una buena salud mental, junto con una muy buena autoestima, los comentarios y juicios que se pueden hacer hacia ellos pueden ser un dardo punzante que destroce su vida. Estos problemas pueden llegar a desarrollar una relación muy tóxica con la comida, viéndose aumentada también la probabilidad de padecer un trastorno de la conducta alimentaria.

En numerosas ocasiones, tanto mujeres como hombres, intentan revertir su obesidad utilizando técnicas extremas que pueden dañar tanto su salud física como su salud mental.

Bajo mi punto de vista, creo que la gordofobia ataca mucho la salud mental de las personas con problemas de peso y esto, afecta de manera directa a su día a día en todos los aspectos.

Papel del dietista-nutricionista frente a la gordofobia

Los dietistas-nutricionistas tienen una gran labor en la lucha contra la gordofobia y en todas las etapas donde la persona con obesidad se puede ver afectada. Pueden concienciar a las personas de que cualquier IMC es válido y que no por ello se debe juzgar. Pueden también impartir educación nutricional para que las personas que desconozcan el tema se informen y conozcan las medidas que pueden tomar con ellos mismos (como un cambio de actitud o de perspectiva hacia la obesidad) y con las personas de su alrededor que sufran la gordofobia.

El nutricionista, junto a los médicos y psicólogos, pueden ofrecer al paciente con trastornos de la conducta alimentaria herramientas para mejorar su relación con la comida.

En pacientes con sobrepeso y alteraciones metabólicas (colesterol elevado, resistencia a la insulina, hígado graso, etc), una pérdida de peso se asocia a una mejora general en todos los indicadores metabólicos, por tanto, en estos casos, el objetivo principal del tratamiento nutricional debe ser la recuperación de la salud y la prevención de enfermedades futuras.

En enfoque del nutricionista siempre debe ser inclusivo, respetuoso y científico. La obesidad puede tener causas muy diversas y la consulta de nutrición debe ser un lugar seguro para explorar las mismas y buscar soluciones, sin sentirse juzgado.

Además, otra de las herramientas del nutricionista es la educación en hábitos saludables, y ello incluye el abordaje de la obesidad desde distintos ángulos. Una dieta equilibrada es imprescindible, pero debe ir acompañada del fomento de la actividad fisica, la gestion del estrés y las emociones y conseguir un sueño de calidad.

Es crucial que los profesionales de la nutrición, al igual que el resto de profesionales de la salud, evalúen cada caso de manera individualizada y pongan el foco en el mantenimiento y prevención de la salud y no en la báscula.

¿Existen soluciones para erradicar la gordofobia?

La gordofobia es un echo, existe y no se debe negar o mirar para otro lado. Bajo mi punto de vista, existe una concienciación por parte de la sociedad que va en aumento y que puede ayudar a erradicar este problema social, pero aún queda un largo camino para poder eliminarla.

Las políticas sociales son fundamentales para poder avanzar, pero el trabajo interno de cada persona también es importante en la lucha. Aquí te dejo varios tips importantes que podemos hacer cada uno para mejorar como persona y mejorar el día a día de las personas que sufren este problema:

  • No juzgues a una persona por su físico. Su valía no depende del número de la báscula.
  • Educa a los pequeños de la casa en el respeto hacia cualquier persona. Esto también es clave que suceda en colegios.
  • Infórmate y conoce el tema a fondo. Testimonios de personas que sufren la gordofobia es clave para concienciarte. Un dietista-nutricionista, un psicólogo, trabajador social o enfermero puede informarte sobre el tema.

Es muy importante recalcar el valor de la persona y la sociedad. Al igual que en todos los temas sociales que existen a día de hoy, se puede hacer un cambio desde dentro. Indudablemente, son necesarias políticas que ayuden a mejorar la situación actual (asientos de aviones, ropa…) pero desde uno mismo se pueden conseguir cambios.

La información es poder, y cuando una persona lee, se informa y quiere actuar para mejorar, problemas como la gordofobia desaparecen. Se necesita tiempo, no es un cambio que se pueda hacer de la noche a la mañana porque, al igual que el machismo y los micromachismo que incluso las mujeres presentan, la gordofobia siempre ha estado presente en el día a día de las personas sin darse cuenta, pero ahora se le está dando voz y luchando para erradicarla.

El 4 de marzo se celebra el día mundial de la gordofobia. Esto se presenta como una oportunidad para concienciar a la sociedad sobre esta problemática y abogar por un cambio cultural. Es esencial promover el cuidado de la salud, pero también la aceptación del cuerpo, la diversidad y la inclusión en todos los aspectos de la sociedad para cambiar las actitudes gordofóbicas.

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