#TemporadaDeRecetas Junio – Calabaza

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Un mes más, volvemos a la carga con nuestro #TemporadaDeReceta para fomentar el consumo de frutas y verduras de temporada. Para este mes de junio, he escogido la calabaza como protagonista. Si quieres conocer todos los detalles de esta verdura, sigue leyendo.

Temporada y variedades de la calabaza

La calabaza es una hortaliza que pertenece a la familia de las Cucurbitáceas.

Cuando pensamos en calabazas, nos viene a la mente aquellos americanos que en el día de Halloween adornan sus casas con ellas. Por ello, siempre se ha creído que su origen se situaba en América, pero se ha confirmado que la calabaza tiene como origen Asia. A partir de ahí, su consumo se ha ido extendiendo a lo largo del planeta. Su lugar de cultivo preferiblemente debe ser un terreno cálido y húmedo.

La calabaza la podemos encontrar durante todo el año ya que disponemos de dos grandes variedades, la calabaza de verano y la calabaza de invierno.

Dentro de la variedad de calabazas de verano, encontramos las siguientes:

  • Calabaza espagueti: Tiene una forma alargada y con un sabor dulce. Las hebras de esta se separan en forma de espagueti, de ahí su nombre.
  • Calabaza pastelera: Tienen forma de sombrero y son grandes. Podemos encontrar tonalidades en amarillo o verde.
  • Calabaza verrugosa: Es característica por las arrugas que hace su piel.
  • Calabaza delicata: Su forma es alargada. Tiene una pulpa de color claro y su piel tiende a ser anaranjada.
  • Calabaza de cuello torcido: Suelen tener un color amarillo y su maduración es muy temprana.

Por otro lado, dentro de las calabazas de invierno, podemos encontrar otros tipos:

  • Calabaza bellota: Tienen la forma de una bellota y su piel es de color verde oscuro; sin embargo, su pulpa es de color amarillo.
  • Calabaza de cabello de ángel: Es un tipo de calabaza que se utiliza para realizar confituras para las pastas y para la elaboración del cabello de ángel.
  • Calabaza de zidra: Tiene una forma muy característica de pera. El color de la pulpa es amarilla.
  • Calabaza de cuello torcido: En invierno también se encuentra este tipo de variedad pero se diferencia de las de verano en su piel; esta es mucho más lisa.

Conservar las calabazas en casa

Una de las grandes dudas que nos puede surgir a la hora de conservar las calabazas que compremos es el lugar donde hacerlo. ¿Frigorífico, a temperatura ambiente? ¿Se pueden congelar?… Se trata de una hortaliza bastante grande que, a no ser que la compremos envasada y troceada, puede ser un problema para personas que viven solas o suelen tomar poca cantidad.

Conservar la calabaza es mucho más sencillo de lo que parece, todo depende de la variedad de calabaza que escojamos. Las calabazas de invierno son más resistentes porque tienen menos cantidad de agua y una piel mucho más gruesa que les permite conservarse mejor. Sin embargo, la calabaza de verano tienen más cantidad de agua y su conservación está más limitada en el tiempo; además, su piel es mucho más final, lo que hace que se estropeen mucho antes.

Por norma general, debemos alejarlas tanto del frío extremo como del calor. A temperatura ambiente es lo ideal, un lugar fresco y seco, por ello nuestra despensa es el sitio perfecto. Nunca se deben lavar y almacenar. Es preferible lavarlas justo antes de cocinarlas o consumirlas.

Una vez cocinadas, podemos congelarlas o almacenarlas en un tupper en el frigorífico si la vamos a consumir en pocos días. Debemos asegurarnos que está bien protegida y el tupper es hermético. No te aconsejo que las congeles frescas porque después, en el proceso de descongelación, vamos a obtener una calabaza mucho más seca y áspera al paladar.

Propiedades nutricionales de la calabaza

Como la gran mayoría de verduras y hortalizas que podemos consumir, su componente mayoritario es el agua, por lo que la cantidad de calorías es muy baja. Con ello, la calabaza se convierte en una aliada si queremos realizar un tratamiento de pérdida de peso. Al tener también gran cantidad de agua, se trata de una hortaliza muy diurética.

Tiene un buen contenido de fibra, la cual ayuda a tener un buen tránsito intestinal y evitar el estreñimiento; además ayuda a controlar la glucosa en sangre. Tiene un poder muy saciante, lo que hará que estemos más tiempo sin pensar en picotear otros alimentos de baja calidad nutricional.

En cuanto a vitaminas, la calabaza (junto a la zanahoria) destaca el beta-caroteno, famoso por el bronceado veraniego; es el encargado del color naranja tan característico de estas verduras y hortalizas. También se le conoce como vitamina A y ayuda al correcto funcionamiento ocular y mejora la vista. También podemos destacar su contenido en vitamina C, que ayuda a la absorción del hierro vegetal en las comidas, además de ser un excelente antioxidante.

Si nos fijamos en la cantidad de minerales, destaca el potasio, que ayuda en la actividad muscular.

Todas estas propiedades que presenta la calabaza no tienen sentido si no las acompañamos de una dieta saludable y ejercicio físico adecuado. De poco sirve comer calabaza a medio día si luego no nos movemos en toda la semana y cenamos pizzas o hamburguesas de mala calidad.

Consumo de calabaza y bronceado de la piel

Ahora que por fin tenemos el calor aquí, nuestro broceado nos preocupa y una de las cosas que solemos hacer es consumir mucha cantidad de zanahoria y calabaza porque hemos oído que ayuda al moreno de piel… ¿esto es cierto?

Carotenemia, exceso de betacaroteno

La carotenemia es un trastorno de la piel en la que esta se torna más anaranjada de lo normal por exceso de betacarotenos en el organismo. Esto se debe al consumo abusivo de hortalizas y verduras ricas en esta vitamina (también se le conoce como vitamina A) durante un tiempo prolongado. Que no cunda el pánico porque no nos convertimos en una zanahoria con patas…. El efecto coloreado se suele ver en las palmas de las manos y las plantas de los pies; estas se tornan de un color anaranjado.

Todos conocemos los beneficios extraordinarios que pueden tener las vitaminas en nuestro organismo, pero no por ello significa que tenemos que consumirlas en grandes cantidades. La hipervitaminosis puede ser peligros también (al igual que un déficit de cualquier de ellas). Con la carotenemia sucede lo mismo; se acumula un exceso de vitamina A en el organismo que puede que no nos haga bien ninguno.

Su tratamiento es bien sencillo. Basta con reducir un poco el consumo de alimentos ricos en carotenos, como las zanahorias, las calabazas, etc, y veremos como el color de la piel va volviéndose normal.

Receta: Hamburguesa de calabaza

Como muchos ya habréis visto en mis Redes Sociales, para este mes de junio he escogido una receta fácil, rápida y que es perfecta para los peques de la casa (y para los no tan peques). ¡Se trata de una hamburguesa de calabaza!

Los ingredientes que utilicé para la ocasión son los siguientes:

  • 400 gramos de calabaza.
  • 1 taza de harina integral de trigo. Podéis utilizar cualquier tipo de harina.
  • 1 taza de pan rallado.
  • 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra.
  • Sal, pimienta, albahaca y perejil al gusto.

El procedimiento es el siguiente:

  • Cocemos la calabaza en agua durante unos 10 minutos. Si la cocemos en trozos más pequeños, el tiempo de cocción será menor.
  • Cuando esté lista, la apartamos y la machacamos con un tenedor hasta conseguir una mezcla más o menos homogénea.
  • Le añadimos la harina, el aceite de oliva y condimentamos al gusto.
  • Le podemos añadir un poco de pan rallado para que tenga más firmeza la masa.
  • Cuando la masa esté lo suficientemente firme, cogemos un poco de masa y moldeamos para adquirir la forma de las hamburguesas. Después, las pasamos un poco por el pan rallado que tenemos apartado.
  • Llegados a este punto, podemos hacer dos cosas. Podemos meter las hamburguesas en el horno (con papel vegetal) y hornearlas a 180º durante unos 15 minutos o podemos hacerlas en la sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra. Si optamos por la segunda opción, después vamos a ponerle un poquito de papel absorbente para quitar el exceso de aceite que tengamos.

Después podemos añadir lo que queramos en la hamburguesa. En mi caso, puse un poco de cebolla morada con queso de cabra y rúcula. El pan que utilicé fue de harina integral de trigo.

¡Es una auténtica delicia para las cenas de verano en las que no queremos complicarnos mucho o en las que nos apetece comer una hamburguesa bien sana!

Recordad que tenemos en marcha un eBook en el que se están recopilando todas las recetas que me mandáis a través del hashtag #TemporadaDeRecetas para que después tengáis un recurso muy chulo en vuestras cocinas. A través de las redes me podéis enviar vuestra receta de temporada, de la fruta o verdura que más os guste, y yo la incluiré en el eBook.

Si os ha gustado el post, no dudéis en compartir.

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