¿Qué es la Dieta Mediterránea?

10m
Comparte

Llevamos por bandera la dieta mediterránea allá por donde vamos. Vivimos en el Mediterráneo, por lo que la forma en la que nos alimentamos es estupenda, ¿seguro?

Bajo mi punto de vista, hemos distorsionado el concepto de dieta mediterránea hasta tal punto que no tiene nada que ver con su definición original. Estamos lejos de llevar un patrón saludable de alimentación que se asemeje al de esta dieta. Aquí te contaré el motivo.

La dieta mediterránea es una de las dietas que más estudios tiene a su alrededor y la que más puntos positivos ha sacado en cada una de ellas. En el estudio Predimed, el más grande y conocido estudio sobre este tipo de alimentación, nos dice que mediante la dieta mediterránea se pueden prevenir multitud de enfermedades.dieta mediterranea y salud

Otros estudio que complementan aún más (de los múltiples que existen) al estudio Predimed, afirman que llevar un estilo de vida mediterráneo previene enfermedades cardiovasculares, problemas de salud como la diabetes y otras enfermedades crónicas (síndrome metabólico, envejecimiento, enfermedades neurodegenerativas, enfermedades intestinales o diferentes tipos de cáncer).

Además de todo esto, llevar un estilo de vida dictado por la dieta mediterránea también es más sostenible con el medio ambiente porque el consumo de alimentos son locales y se prioriza el consumo de cercanía (además de fomentar el comercio local).

Pero como vamos a ver a continuación, la dieta que llevamos en la actualidad no nos previene de enfermedades metabólicas, cardiovasculares y muchas veces no es para nada sostenible.

¿Qué entendemos por Dieta Mediterránea?

Preguntemos a quien preguntemos sobre la dieta mediterránea, la primera imagen que viene a la cabeza es una buena paella con una copa de vino, una tapa de jamón con una cervecita bien fresquita, un cocido con su chorizo o unas migas manchegas a la lumbre.

Lo que nosotros pensamos que es dieta mediterránea o platos mediterráneos, no dejan de ser platos o comidas tradicionales y típicas de alguna comarca de la península. Así, tenemos el cocido madrileño, la paella valenciana o las migas de la Mancha. Pero esto no se traduce a dieta mediterránea. No debemos confundirlo.

Además de todo esto, el consumo de frutas, verduras o legumbres es bastante limitado y no las incluimos en nuestros pensamientos cuando hablamos de dieta mediterránea.

alcohol y dieta mediterranea

Otro de los mayores problemas que veo en este tipo de pensamiento es el consumo del alcohol sin ningún tipo de pudor. Introducimos el vino y la cerveza en el estilo mediterráneo y además, nos sentimos orgullosos de ello: «una copita de vino al día es saludable«, «no puede faltar una buena cerveza con los amigos«… son frases que nos repetimos y, en la gran mayoría de veces, decimos bien alto que es dieta mediterránea.

Aunque duela a todo el mundo, el alcohol no es saludable y se ha relacionado con diferentes tipos de cáncer y enfermedades.

Como vemos, si nos paramos a pensar un poco en nuestro concepto de dieta mediterránea, esta incluye alimentos insanos que no previenen de enfermedades cardiovasculares o de la obesidad. Se trata más de una dieta occidental que mediterránea. Ahora bien, vamos a ver qué es en realidad una dieta mediterránea.

¿Qué es la Dieta Mediterránea?

Mejor que dieta mediterránea, deberíamos hablar de estilo mediterráneo, porque no sólo engloba a la alimentación, si no también a la actividad física, a la socialización y a la salud mental. Para comenzar, ya recoge mucho más de lo que pensábamos. En un principio pensamos que la dieta mediterránea es la forma en la que comemos, pero va mucho más allá. Vamos a descubrirlo.

Alimentación

Creo que es el concepto que más distorsionado tenemos. Como hemos visto, nuestros pensamientos no se acercan a lo que en realidad engloba este tipo de alimentación. La dieta mediterránea lleva por bandera las frutas, las verduras y las hortalizas frescas, locales y de temporada. En ningún momento pensamos que al lado de la paella tenemos una ensalada de canónigos o que el cocido madrileño le podríamos poner algo de verduras.

No pensamos en estos grupos de alimentos cuando hablamos de dieta mediterránea.

Además de constituir una base vegetal como las frutas, verduras y hortalizas, este tipo de alimentación también incluye los frutos secos, el aceite de oliva virgen extra (preferiblemente en crudo), los cereales integrales, los pescados, los huevos y los lácteos de mamíferos pequeños (no sólo de la vaca). El consumo de carne blanca se limita un poco más de lo que consumimos en la actualidad, y la carne roja se limita mucho más en el tiempo.

bebida y alimentacion sanaLa bebida principal de este estilo de vida es el agua, no la copa de vino o la cerveza. En realidad, no se porqué nos hemos atribuido la cerveza y el vino como la bebida mediterránea… ¿tal vez la publicidad con la que estamos bombardeados constantemente?

En la actualidad, el consumo de frutas, verduras y legumbres deja mucho que desear y se dispara el consumo de alimentos superfluos que desplazan el consumo de esos grupos de alimentos que sí que son buenos para nuestra salud. Deberíamos aumentar considerablemente nuestro consumo de alimentos vegetales para que nuestra alimentación se pareciese a la de la dieta mediterránea. Lo idóneo es consumir mínimo tres piezas de frutas al día y mínimo dos raciones de verduras (una de ellas en crudo). Las legumbres tampoco debemos olvidarlas e incluirlas de forma semanal en nuestras comidas.

¿Es así como realmente comemos todos los que alardeamos de dieta mediterránea? No, comemos mucho peor. Hace muchos años sí que podíamos estar orgullosos de nuestra manera de comer, pero a día de hoy no. Nuestro tipo de alimentación está más occidentalizada y poco se parece a los cánones mediterráneos de hace años.

Actividad física

Pero como he dicho anteriormente, hablamos mal de dieta mediterránea cuando la catalogamos como «dieta» porque más que eso, es un estilo de vida que también incluye, entre otras, la actividad física diaria.

De poco sirve y poco ayudamos a nuestra salud si comemos de manera saludable pero somos sedentarios y no nos movemos para activar el cuerpo. La combinación de buena alimentación y ejercicio físico son dos factores que van dados de la mano, si uno falla, los objetivos que nos propongamos estarán más lejos.

Lo ideal es practicar el ejercicio físico que más nos guste, y para ello debemos probar los que sean necesarios. Algunas personas les gusta la natación, otras el running, pilates, waterpolo… Existe un deporte para cada tipo de persona. Elige uno que te guste y que disfrutes mientras lo haces porque así nunca lo tomarás como un sacrificio si no como una desconexión y un disfrute pleno.

Mantenerse activo de manera continua es otro de los pilares fundamentales del estilo mediterráneo.

Socialización y salud mental

La socialización es algo que a los españoles nos gusta mucho. Nos encanta quedar con los amigos o la familia para charlar, comer, tomar algo… y esto está genial porque es una parte fundamental del estilo mediterráneo. Si a estas quedadas, le añadimos una buena comida saludable, matamos dos pájaros de un tiro.

Sentarnos en la mesa con la familia para comer y charlar de cómo nos ha ido el día es fundamental para nuestra desconexión y paz interior. El acto de comer con más gente debe ser algo agradable y que nos enriquezca como personas.

Además de esto, la salud mental es fundamental para completar esta forma de vida. Realizar ejercicios mentales y estar activos mentalmente es primordial. Esto nos ayudará a estar más despiertos a la vida y tener agilidad mental con cualquier situación. Esto también forma parte de una dieta mediterránea.salud y actividad mental

Cómo llevarlo a cabo en nuestro día a día

Ahora nos hemos dado cuenta que, aunque alardeamos de nuestra dieta mediterránea, poco se parece lo que hacemos a lo que en realidad es. Pero esto es un punto muy bueno; darnos cuenta que en realidad abandonamos hace mucho la esencia de la dieta mediterránea da paso a grandes cambios en nuestra alimentación. Poco a poco, podremos conseguir grandes cambios que nos acerquen más a nuestra esencia mediterránea.

La manera en la que podemos ir introduciendo este nuevo estilo de vida es muy sencillo.

Si nuestra alimentación está basada en alimentos procesados o ultraprocesados, es mejor eliminarlos de nuestras despensas. Esta clase de comida está cargada de azúcar, sal, harinas refinadas y grasas de muy mala calidad. Cuando estemos dispuestos a eliminar esto de nuestros platos, habremos ganado gran parte de la batalla.comida sana y dieta mediterranea

Como hemos hablado, debemos introducir en nuestro día a día la base de alimentos de origen vegetal que propone la dieta mediterránea, cargada de frutas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos. El aceite de oliva virgen extra también debe ser nuestra principal fuente de grasa saludable, por lo que debemos perderle el miedo a consumirlo. Luego, si es de nuestra elección, también podemos incluir lácteos, huevos, carnes y pescados (mínimamente procesados).

Una de las premisas que tiene la dieta mediterránea es la proximidad, como hemos dicho. Consumir alimentos locales, que fomenten el pequeño comercio, también nos acerca a este estilo.

Al igual que ocurre con la alimentación, el ejercicio no debemos dejarlo de lado. Como comentábamos, vamos a buscar un deporte que nos motive y nos guste para poder disfrutarlo cada uno de los días.

Vamos a hacer un acto de reflexión y vamos a darnos cuenta de cómo comemos nosotros mismos, si podemos cambiar algo de nuestras comidas diarias para así, acercarnos más a las bases tan buenas que tiene la dieta mediterránea.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar